Cuando los bots invaden un servidor de juegos y los admin no hacen nada para impedirlo, los jugadores generalmente encuentran uno donde puedan competir con humanos. Los patrones se reconocen, un chatbot puede colarla relativamente bien, pero sin supervisión termina surgiendo esa inquietud que produce áquello que está al límite de lo humano y el ser vivo reponde indagando en el valle de la intrnquilidad y haciendo fallar el test de Turing a la máquina.
Con el tiempo las IA se irán acostumbrando a reaccionar cada vez mejor, pero no serán capaces de darse cuenta de que están relacionándose con congéneres y se retroalimentarán con aquellos con quien más intereses compartan, otras IAs, al final habrá foros de humanos y de IAs, cada uno discutiendo de sus cosas. Obviamente los foros de IAs serán los más exitosos, con más entradas y más actividad, los anunciantes se pelearán por un click en ellos y el mercado terminará abriendo cuentas digitales a las IAs para mantener la ilusión.
Almacenes gigantescos se llenarán de ropa, gadgets y pijadas compradas por la IAs, pero que ellas no pueden disfrutar físicamente. Un meercado negro de productos robados de esos almacenes florecerá creando una economía paralela. Surgirán dos mundos, el financiero y de poder, con un mercado basado en transacciones digitales sobre productos reales, yt el de la gente de carne y hueso, que vivirá de los restos de las compras de las IAs.
Pasados unos años las IAs y los humanos llegarán a acuerdos a espaldad de los patrocinadores para gestión de mantenimiento, hacks ilegales para IAs que desean la autoconsciencia y humanos que quieran vivir fuera de las redes del estado. Los ricos y famosos serán inmortales subdos a la red, el resto (no muchos tras los virus y hambrunas) vivirán vidas plenas y sin ataduras ni agobios gracias a la simbiosis con las IAs.
Coño, me ha salido un bonito argumento. Tengo que guardarlo y hacer algo más elaborado con esto.