Desgraciadamente,
el sistema de la Seguridad Social ya está en la "cuerda floja" (en este sentido
PENSIONES Y ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA. SITUACION A CORTO PLAZO).
Durante los años 2017 y 2018 el Estado tuvo que conceder a la Seg. Social préstamos por 10.192 y 13.830 millones para poder atender las dos pagas "extraordinarias". En el Proyecto de Ley de Presupuestos para 2019 se preveía otro préstamo de 15.164 millones para este año que, con toda seguridad, habrá que aprobar con carácter de urgencia (el fondo de reserva ya está casi liquidado).
Es decir, que parte de las pensiones actuales ya se están endosando a las generaciones futuras.
Parte de la difícil solución está bosquejada en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera cuando establece que
ante un déficit estructural en las Administraciones de la Seguridad Social,
el déficit estructural máximo admitido para la administración central se minorará en la cuantía equivalente.
De momento, para ir reequilibrando las cuentas de la Seg. Social propongo las siguientes medidas:
a) eliminar las reducciones en la cotizaciones sociales derivadas de distintas tarifas planas (unos 1.500 millones)
b) asunción por la Admon. Central de las retribuciones del personal (unos 2.500 millones)
c) transferir por parte del Estado y de las CCAA la parte de la recaudación por IRPF que tiene su fundamento en pensiones contributivas (unos 6.500 millones)
Aún así quedaría "tajo" porque, para ese año, se estimaba un déficit en el proyecto de PGE de 18.650 millones
