Loignorito
Mirad que os avisé...
Se agradece el aporte, pero la idea inicial, mía, era la de agrupar medios profesionales españoles que renegaran de la postura oficial, no blogs y webs o medios extranjeros. Y no es que reniegue de ellos, hacen su labor, pero son "identidades personales", no núcleos de poder real, o no "son de aquí".
Aquí compañero Zen, celebramos a diario muertes ajenas. Incluso yo. Son muertes de estos que denominamos mercenarios/terroristas, y es cierto, casi todas las veces eso son, aunque algunos de ellos han sido forzados a luchar y otros han sido engañados.
Imagino que has soltado eso con toda la buena intención, pero curiosamente acabas de señalarnos a todos. Pero es cierto, de eso, somos culpables. Pero no es verdad que "no valgamos nada". Solo es que nos cegamos con tanto horror y perdemos la perspectiva. Y es que cabrea mucho ver las cosas que vemos. Igualmente les sucede a los "contrarios". Han mamado tanta propaganda anti-rusa, anti-Assad y pro-Washington, que no pueden ver las cosas con perspectiva. Quizá tampoco las vemos nosotros. Ciertamente esta es una lucha de poderes. Luego está "el pueblo", las personas sencillas. Aquellos que solo pueden ver lo que se les pone ante los ojos. Y esos son iguales en un bando como en el otro ¿a qué culparles entonces? esto verdaderamente es muy dificil de asimilar. Lo fácil es señalar con el dedo. Lo dificil es intentar comprender a todos. Peor, aún más lo es intentar que estos "todos" vean cuan equivocados están. Y como esto es cuasi imposible, para ello están el Horror y la Muerte, para visitar a los que no quisieron entender. Y quien no pueda (o mejor, no quiera), ya puede ir preparando café y galletas para su visita, que la ha de recibir. Se recoge lo que se siembra.
Creo que has dicho esto por lo anterior que he citado, si no, me corriges. Lo cierto es que opino igual. Es más, me apenan los que engañados sirven a estos perversoss intereses y creyendo que hacen lo correcto, se convierten en monstruos sin saberlo. Los verdaderos asesinos no se manchan las manos. Se creen muy ajenos y muy listos. Pero se está terminando el tiempo de las máscaras.
