Luego que el gobierno liberara los precios y permitiera cierta libertad cambiaria, había conseguido estabilizar -más o menos- el cambio en torno a los 20.000 Bs x dólar.
Sin embargo, la falta de divisas producto, tanto de la caída en la producción de petróleo como en el efecto de las sanciones de EE.UU., llevaron al Gobierno a emitir sin control y la inflación a vuelto a dispararse, lo que, en pocos días ha llevado el dólar al rango de los 28.000 Bs x dólar.
Realmente no hay muchas salidas para la economía venezolana tras destruir su aparato productivo con las expropiaciones y el control cambiario. Lo correcto hubiera sido liberar la economía mucho antes, cuando aún había tiempo de salvarla.
De las opciones disponibles -que no son muchas realmente- opta ahora por un regreso al mundo de la fantasía... "petrizar" la economía cuando, con el enfoque utilizado, no es otra cosa que un mero cambio de lo que llaman el "cono monetario".
En vez de volver a quitar ceros a la moneda o emitir billetes con más ceros, se opta por "cambiar" la moneda por el petro SIN CORREGIR las causas de base que destruyen el valor del dinero.
Obviamente resulta tan confuso para la gente de la calle que, durante o mes o dos estarán sin entender qué pasa pero, la teoría monetaria está más que desarrollada y, no hay dudas de cuál es el destino de estas medidas. Van al fracaso.
Venezuela, para salir de atolladero -de verdad- necesita alguna de estas tres opciones:
a) Un aumento importante en la producción petrolera con la libertad de poder comercializarlo sin embargos ni trabas.
b) Préstamos externos para cubrir el hueco fiscal hasta que vuelva a ingresar dinero a la economía.
c) La puesta en marcha de los factores productivos, incrementando las fuentes de trabajo legítimas (no mero empleo público), ahorro de importaciones (en alimentos por caso) y, lo que sería estupendo, recuperar las exportaciones de rubros no-petroleros que, si bien nunca fueron muy grandes, hoy están bajo el suelo. Hablamos de exportar minerales (oro entre ellos), cacao, café, etc.
Ninguna de estas tres alternativas parece al alcance de la mano AUN queriendo Maduro usar alguna de ellas:
- No hay dinero para aumentar la producción petrolera, el sistema está destruído y, las medidas de bloqueo impiden mayores movimientos en el sector.
- Los únicos "prestamistas" eran Rusia y China y, a esta altura, están lo suficientemente expuestos en "riesgo venezolano" como para que puedan seguir tirando dinero al pozo. Además, ambas economías están pasando por sus propios problemas hoy día.
- Sin dinero y sin cambios políticos, económicos y sociales, no hay modo de que Venezuela vuelva a producir, ni alimentos, ni rubros exportables.
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Es cierto entonces que las opciones para el Gobierno son muy pocas y, han optado por el "juego de trileros" de confundir los sistemas contables con la esperanza de ganar un mes o dos adicionales... pero, no es una SOLUCION, apenas si es un ENGAÑO.
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Lo que destraba el problema es el fin de las sanciones internacionales contra el régimen de Maduro pero, ésto no ocurrirá mientras Maduro no salga del Gobierno o, como mínimo, acepte elecciones generales REALES (con padrón de verdad, Tribunal Electoral independiente, opositores libres de prisión, etc.)
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Frente a Venezuela aparecen entonces cuatro (4) caminos:
a) Maduro acepta las elecciones y, con ello, destraba las sanciones.
b) Maduro se marcha y se instala un gobierno de transición para organizar elecciones sin Maduro.
c) El chavismo o el Ejército, advirtiendo el descalabro final, optan por forzar alguna de las dos medidas anteriores.
d) El régimen mantienen la fortaleza con la que ha sobrevivido hasta hoy y, en un contexto cada vez más empobrecido, continúa adelante.
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Esta situación -terminal- en Venezuela más, algo similar que está ocurriendo Cuba (con el refuerzo de las sanciones por parte de Trump) fue lo que activó las "redes durmientes" en desarrollo desde el Foro de San Pablo que estaban en América Latina.
Los conflictos en Ecuador y Chile -que se hubieran dado en Argentina de no ganar el peronismo- y presiones en Brasil, Colombia y Perú eran la esperanza para Cuba y Venezuela de que, ante la explosión en toda la región, EE.UU. optara por negociar algún esquema de compromiso.
Trump ha demostrado ser un "negociador loco" y no hace otra cosa que forzar más las sanciones.
En Ecuador el clima de disturbios ya se ha morigerado.
En Colombia, Brasil o Perú la cosa no pasó a mayores.
En Chile, aún no hay calma pero, el Gobierno chileno se mantiene absolutamente en control de la situación y, la sociedad chilena empieza a ver con malos ojos las revueltas.
En Uruguay -un aliado o al menos un país no agresivo para Venezuela- posiblemente ganen los opositores al Frente Amplio con lo que Venezuela perdería un aliado.
Bolivia -otro aliado-, tras las manipulaciones electorales de Evo, está en crisis. Aún no está en claro cómo va a terminar ese asunto y, en todo caso, lo tiene a Evo más preocupado por el caos interno que por la política internacional. Además, económicamente poco puede aportar Bolivia en ayuda de Cuba o Venezuela.
Argentina -la gran esperanza para Maduro- si bien queda en manos de un "amigo", éste enfrenta unos cuantos problemas. Aplaudirá, apoyará, dirá cosas bonitas pero, no tiene mucho margen para ser de ayuda a Venezuela -al menos con la profundidad que ésta necesita-.
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¿ Qué va a ocurrir en Venezuela entonces ?
Obviamente el futuro no lo conoce nadie pero, a modo de especulación veo las siguientes opciones como posibles:
1) El régimen mantienen la fortaleza con la que ha sobrevivido hasta hoy y, en un contexto cada vez más empobrecido, continúa adelante. (70%)
2) El chavismo o el Ejército, advirtiendo el descalabro final, optan por forzar alguna salida electoral. (20%)
3) Maduro acepta las elecciones y, con ello, destraba las sanciones. (10%)
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Con buen olfato Clapham2 hizo notar que parte de la solución está en CUBA.
Si Cuba se decide a sufrir las sanciones y apoyar a Maduro, éste puede darse el lujo de continuar -aún en un marco de mayor pobreza y descalabro fiscal y económico-
Pero si Cuba "negocia por su vida" por separado, utilizará sus contactos y agentes internos en Venezuela (en los partidos políticos y en el Ejército) para forzar a Maduro, tanto sea la salida electoral como a su retiro (y elecciones libres y generales).
Mientras Cuba no le quite su apoyo, Maduro sobrevivirá en el poder.
En todo caso, las sanciones están demostrando su efectividad y, tanto la economía cubana como venezolana han ingresado en una fase crítica.
