Si todo el PUEBLO, al unísono, empezara a defenderse por su propia cuenta, junto a sus iguales, sin esperar a que el ESTADO les defienda, entonces, en ese mismo instante, ese mismo PUEBLO que ha empezado a defenderse, se dará cuenta de su poder y su capacidad, bien organizado, cooperando, con ayuda mutua... y, por ende, se irá dando cuenta de que no necesita al ESTADO para nada, ni en esa ni en ninguna otra materia, actividad o faceta de sus vidas.