Representación de Atila en una moneda sin rasgos mongoloides ¿atributos escitas?

Marco Porcio

Himbersor
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Muy curiosas las formas de la cabeza y de la nariz, ambas tienen el mismo ángulo y son prácticamente continuación la una de la otra. Aunque sea muy posterior esa imagen seguramente en algo se basarían, las cosas no se hacen por casualidad y menos esa, siendo que attila representaba en la historia cristiana al malo humano materializado sobre la tierra.

Dejo algunos de los fragmentos históricos más famosos sobre los hunos:

Amiano Marcelino:

31.2.1. Personalmente creemos que la semilla de todo ese desastre y el origen de las distintas desgracias avivadas por Marte -que encendió y agitó la situación con insólitas chispas- es el siguiente: El pueblo de los hunos, poco nombrado en las historias de la antigüedad, habita al otro lado de la pantanosa Meotis, junto a un helado océano y sobrepasa todos los límites de la crueldad. 31.2.2. Pues bien, entre ellos, como a los niños, desde el mismo momento en que nacen, les cubren las mejillas con metal, cuando llegada cierta edad el pelo comienza a salirles, se debilita ante los obstáculos, de manera que envejecen sin que les haya salido la barba y sin belleza alguna, semejantes a eunucos. Tienen todos el cuerpo robusto y firme, el cuello muy fuerte. Son extraordinariamente deformes y grandes hasta tal punto que los confundirías con bestias de dos pies, o con esas estacas que se utilizan para adornar los puentes cuando los construyen. 31.2.3. Con aspecto humano a pesar de su rudeza, llevan una vida tan agreste que no precisan fuego, ni alimentos sabrosos, sino tan sólo raíces de hierbas salvajes. Se alimentan con carne de cualquier animal casi cruda, ya que tan sólo la calientan ligeramente colocándola entre sus piernas y los lomos de sus caballos. 31.2.4. Jamás se cobijan bajo techo. Todo lo contrario, rechazan las viviendas como si se trataran de sepulcros inútiles para su vida. Entre ellos no puede encontrarse ni siquiera una cabaña realizada con cañas, porque andan errantes por montes y bosques, y desde la niñez están acostumbrados a soportar los fríos, el hambre y la sed. Cuando salen de su territorio, no se resguardan bajo techo, a no ser que se vean forzados a ello por una necesidad extrema. Y es que, cuando están a cubierto no se sienten seguros. 31.2.5. Se cubren con telas de lino o con pieles de ratones silvestres, y llevan siempre la misma ropa. Ahora bien, una vez que se han puesto sobre los hombros una sórdida túnica, no se la quitan ni se la cambian hasta que no se les cae a trozos raída ya por el largo uso. 31.2.6. Se cubren la cabeza con cascos curvados y protegen sus piernas velludas con pieles de cabra. Llevan zapatos realizados sin maña alguna, lo cual les impide andar libremente. Esto hace que no sean muy hábiles para la lucha a pie, y que estén prácticamente pegados a sus caballos, unos caballos de gran resistencia pero nada vistosos. En ocasiones montan sobre ellos como lo hacen las mujeres y así realizan sus tareas habituales. No en vano, cualquiera de este pueblo, durante el día o la noche, compra o vende montado sobre su caballo y así también come, bebe e, incluso, inclinado sobre la estrecha cerviz de su caballo, dormita y cae en un sopor tan profundo que puede llegar a tener varios sueños. 31.2.7. De ese mismo modo6 tratan los asuntos serios y deliberan como si fueran una sola persona. No están sometidos a ninguna autoridad regia, y tan sólo obedecen a un confuso grupo de nobles, enfrentándose así a todo tipo de situaciones. 31.2.8. En ocasiones luchan cuando se les provoca y acuden a la batalla en grupos mientras distintos tipos de instrumentos lanzan su ronco sonido. Como son ligeros y muy rápidos a la hora de combatir, lanzan a propósito ataques por sorpresa y cuando, de forma desordenada, se desplazan causando grandes matanzas, su rapidez es tal que pueden atacar un valle o saquear un campamento enemigo sin ser vistos. 31.2.9. Hay además un motivo que les hace ser considerados con razón como los guerreros más duros. Y es que, como luchan a distancia, disparan armas que cuentan con huesos afilados en vez de punta, y que están realizadas con una técnica extraordinaria. Después, una vez que recorren la larga distancia que les separa del enemigo y luchan cuerpo a cuerpo con espadas, lo hacen sin temor por su propia vida. Y mientras los enemigos temen recibir las heridas provocadas por sus armas, les lanzan una especie de correas entrelazadas que se lían en tomo a sus piernas y les impiden montar a caballo o caminar. 31.2.10. Entre ellos no se trabaja la tierra, ni se utiliza nunca la esteva. En efecto, andan todos errantes, sin rumbo fijo, sin hogar, sin ley ni sustento establecido. Son, pues, semejantes a fugitivos que llevan siempre consigo las carretas en las que habitan. Es allí donde sus mujeres les tejen sus ropas rudimentarias, donde conviven con ellos, paren y crían a sus hijos hasta que éstos alcanzan la pubertad. Entre ellos nadie puede responder a la pregunta de dónde ha nacido, pues fue concebido en un lugar, nació en otro lejos de allí y fue criado en otro más lejano aún. 31.2.11. Son desleales y volubles en los acuerdos, porque se dejan llevar por el más mínimo soplo de una nueva esperanza, achacando esto a su carácter impetuoso. Semejantes a animales irracionales, no distinguen en absoluto entre lo honesto y lo deshonesto. Sus palabras son ambiguas y enrevesadas, y jamás han respetado una creencia o religión. Por ello, como arden en deseos de conseguir oro, y son tan volubles e irascibles, en ocasiones, llegan a romper en un mismo día varios acuerdos con algún aliado y, sin que nadie intervenga, se reconcilian con él. 31.2.12. Este pueblo rudo e indomable, ávido de apoderarse de lo ajeno, gracias a sus rapiñas y a las matanzas de pueblos vecinos, a los que han hecho sucumbir, han extendido sus dominios hasta los alanos, llamados antiguamente masagetas. Así pues, ya que el relato me ha llevado hasta ellos, creo necesario contar de dónde son y qué tierras habitan, aclarando así las confusas explicaciones de los geógrafos, quienes sólo después de ofrecer múltiples y distintas versiones, llegan al fin a la verdad7. (SIGUE...)

Jordanes:


121. Después de un breve período de tiempo, como cuenta Orosio [291] , el pueblo de los hunos, el más fiero y atroz de todos, se lanzó con saña contra los godos. Investigando los relatos antiguos hemos descubierto lo siguiente sobre sus orígenes: Filimer [292] , rey de los godos e hijo de Gadarico el Grande, que ocupó el trono de los getas en quinto lugar después de su salida de la isla de Escandia, cuando entró con su pueblo en el territorio de Escitia, como ya hemos dicho más arriba, encontró entre su pueblo a ciertas hechiceras a las que llamó en la lengua de sus padres «haliarunas». Como no le inspiraban confianza, manda expulsarlas de entre los suyos y, después de que el ejército las hiciera huir bien lejos, las obliga a andar errabundas por una zona despoblada. 122. Cuando las vieron los espíritus inmundos que erraban por el desierto, se echaron en sus brazos y tras copular con ellas engendraron esta raza ferocísima que al principio vivió entre pantanos, minúscula, sombría y raquítica, una raza que apenas se parecía a la humana y a la que no se conocía otro lenguaje aparte de uno que parecía asemejarse remotamente al humano. Así que ésta era la estirpe de la que procedían los hunos que llegaron a las tierras de los godos. 123. Este pueblo cruel, como nos refiere el historiador Prisco [293] , se asentó sobre la ribera más lejana de la laguna Meótida, sin dedicarse a otra actividad que no fuera la caza, salvo cuando, debido al crecimiento de su población, perturbaron la tranquilidad de los pueblos limítrofes con sus saqueos y rapiñas. Unos cazadores de este pueblo, cuando estaban, como de costumbre, al acecho de sus presas en la ribera del otro lado de la Meótida, observan que se les presenta de repente una cierva, se mete en la laguna y, avanzando unas veces y parándose otras, parece que les va mostrando un camino. 124. Los cazadores la siguieron y así atravesaron a pie la laguna Meótida, que hasta ese momento consideraban tan infranqueable como el mar. Pero tan pronto como apareció ante estos desconocidos la tierra de Escitia, la cierva desapareció. Creo que fueron aquellos espíritus que engendraron a su raza los que tramaron todo esto por resentimiento hacia los escitas. 125. Pero los cazadores, que ignoraban la existencia de otro mundo más allá de la Meótida, se quedan admirados con la tierra de los escitas y, como son astutos, pensando que este camino no conocido hasta entonces por nadie les había sido revelado por obra de la divinidad, vuelven a los suyos y les cuentan su hazaña. Alaban la tierra de Escitia y convencen a su pueblo para que se encamine con rapidez hacia allí por el camino que habían aprendido de la cierva que les sirvió de guía. [294] Cuando llegaron sacrificaron en primer lugar a la victoria a cuantos escitas les habían salido al encuentro, mientras que a los restantes los sometieron como súbditos. 126. Pues tan pronto como atravesaron aquella enorme laguna, arrasaron como si se tratara de un huracán de pueblos a los alpidzuros, acildzuros, irimaros, tuncarsos y boiscos que se asentaban en el litoral de Escitia. También sometieron a los alanos [295] , que los igualaban en la lucha, pero eran diferentes en cultura, modo de vida y rasgos físicos, después de agotarlos con sus continuos ataques. 127. Pues a aquellos a los que en muchos casos no lograban vencer por las armas, los hacían huir aterrorizándolos con sus espantosos semblantes, porque tenían un aspecto de una negrura espeluznante y su rostro no era tal, sino, por así decirlo, una masa informe con dos agujeros en lugar de ojos. Esta apariencia siniestra manifiesta la crueldad del carácter de estos hombres que cortan las mejillas de sus hijos varones con la espada el mismo día en que nacen para que antes de recibir el alimento de la leche se vean obligados a acostumbrarse a resistir las heridas. 128. Por este motivo llegan a viejos siendo imberbes y son jóvenes sin belleza porque su rostro, marcado por las cicatrices de las espadas, se ve privado del pelo que sienta tan bien a esta edad. Son bajos de estatura, pero ágiles y desenvueltos en sus movimientos y muy aptos para la equitación; tienen anchas espaldas y son hábiles en el manejo del arco y las flechas, con el cuello firme y siempre erguidos de orgullo. Pero, a pesar de esta apariencia humana, lo cierto es que viven como bestias salvajes. [296] (SIGUE...)
 
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Son medallas italianas del Renacimiento, bastante conocidas. O por lo menos yo las había visto antes.

Yo no las había visto pero el estilo se parece a las monedas del siglo V como un huevo a una castaña.

Tampoco Atila tenía porqué acuñar monedas de oro si con los tributos tan brutales que le pagaba el Imperio de oriente se las daban ya acuñadas roto2...según el tratado del año 443 recibía al año 2100 libras romanas (unos 670 kg. de oro) se supone que en monedas..y bronces en esa época no los acuñaban ni los romanos
 
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Muy curiosas las formas de la cabeza y de la nariz, ambas tienen el mismo ángulo y son prácticamente continuación la una de la otra. Aunque sea muy posterior esa imagen seguramente en algo se basarían, las cosas no se hacen por casualidad y menos esa, siendo que attila representaba en la historia cristiana al malo humano materializado sobre la tierra.

Dejo algunos de los fragmentos históricos más famosos sobre los hunos:

Amiano Marcelino:

31.2.1. Personalmente creemos que la semilla de todo ese desastre y el origen de las distintas desgracias avivadas por Marte -que encendió y agitó la situación con insólitas chispas- es el siguiente: El pueblo de los hunos, poco nombrado en las historias de la antigüedad, habita al otro lado de la pantanosa Meotis, junto a un helado océano y sobrepasa todos los límites de la crueldad. 31.2.2. Pues bien, entre ellos, como a los niños, desde el mismo momento en que nacen, les cubren las mejillas con metal, cuando llegada cierta edad el pelo comienza a salirles, se debilita ante los obstáculos, de manera que envejecen sin que les haya salido la barba y sin belleza alguna, semejantes a eunucos. Tienen todos el cuerpo robusto y firme, el cuello muy fuerte. Son extraordinariamente deformes y grandes hasta tal punto que los confundirías con bestias de dos pies, o con esas estacas que se utilizan para adornar los puentes cuando los construyen. 31.2.3. Con aspecto humano a pesar de su rudeza, llevan una vida tan agreste que no precisan fuego, ni alimentos sabrosos, sino tan sólo raíces de hierbas salvajes. Se alimentan con carne de cualquier animal casi cruda, ya que tan sólo la calientan ligeramente colocándola entre sus piernas y los lomos de sus caballos. 31.2.4. Jamás se cobijan bajo techo. Todo lo contrario, rechazan las viviendas como si se trataran de sepulcros inútiles para su vida. Entre ellos no puede encontrarse ni siquiera una cabaña realizada con cañas, porque andan errantes por montes y bosques, y desde la niñez están acostumbrados a soportar los fríos, el hambre y la sed. Cuando salen de su territorio, no se resguardan bajo techo, a no ser que se vean forzados a ello por una necesidad extrema. Y es que, cuando están a cubierto no se sienten seguros. 31.2.5. Se cubren con telas de lino o con pieles de ratones silvestres, y llevan siempre la misma ropa. Ahora bien, una vez que se han puesto sobre los hombros una sórdida túnica, no se la quitan ni se la cambian hasta que no se les cae a trozos raída ya por el largo uso. 31.2.6. Se cubren la cabeza con cascos curvados y protegen sus piernas velludas con pieles de cabra. Llevan zapatos realizados sin maña alguna, lo cual les impide andar libremente. Esto hace que no sean muy hábiles para la lucha a pie, y que estén prácticamente pegados a sus caballos, unos caballos de gran resistencia pero nada vistosos. En ocasiones montan sobre ellos como lo hacen las mujeres y así realizan sus tareas habituales. No en vano, cualquiera de este pueblo, durante el día o la noche, compra o vende montado sobre su caballo y así también come, bebe e, incluso, inclinado sobre la estrecha cerviz de su caballo, dormita y cae en un sopor tan profundo que puede llegar a tener varios sueños. 31.2.7. De ese mismo modo6 tratan los asuntos serios y deliberan como si fueran una sola persona. No están sometidos a ninguna autoridad regia, y tan sólo obedecen a un confuso grupo de nobles, enfrentándose así a todo tipo de situaciones. 31.2.8. En ocasiones luchan cuando se les provoca y acuden a la batalla en grupos mientras distintos tipos de instrumentos lanzan su ronco sonido. Como son ligeros y muy rápidos a la hora de combatir, lanzan a propósito ataques por sorpresa y cuando, de forma desordenada, se desplazan causando grandes matanzas, su rapidez es tal que pueden atacar un valle o saquear un campamento enemigo sin ser vistos. 31.2.9. Hay además un motivo que les hace ser considerados con razón como los guerreros más duros. Y es que, como luchan a distancia, disparan armas que cuentan con huesos afilados en vez de punta, y que están realizadas con una técnica extraordinaria. Después, una vez que recorren la larga distancia que les separa del enemigo y luchan cuerpo a cuerpo con espadas, lo hacen sin temor por su propia vida. Y mientras los enemigos temen recibir las heridas provocadas por sus armas, les lanzan una especie de correas entrelazadas que se lían en tomo a sus piernas y les impiden montar a caballo o caminar. 31.2.10. Entre ellos no se trabaja la tierra, ni se utiliza nunca la esteva. En efecto, andan todos errantes, sin rumbo fijo, sin hogar, sin ley ni sustento establecido. Son, pues, semejantes a fugitivos que llevan siempre consigo las carretas en las que habitan. Es allí donde sus mujeres les tejen sus ropas rudimentarias, donde conviven con ellos, paren y crían a sus hijos hasta que éstos alcanzan la pubertad. Entre ellos nadie puede responder a la pregunta de dónde ha nacido, pues fue concebido en un lugar, nació en otro lejos de allí y fue criado en otro más lejano aún. 31.2.11. Son desleales y volubles en los acuerdos, porque se dejan llevar por el más mínimo soplo de una nueva esperanza, achacando esto a su carácter impetuoso. Semejantes a animales irracionales, no distinguen en absoluto entre lo honesto y lo deshonesto. Sus palabras son ambiguas y enrevesadas, y jamás han respetado una creencia o religión. Por ello, como arden en deseos de conseguir oro, y son tan volubles e irascibles, en ocasiones, llegan a romper en un mismo día varios acuerdos con algún aliado y, sin que nadie intervenga, se reconcilian con él. 31.2.12. Este pueblo rudo e indomable, ávido de apoderarse de lo ajeno, gracias a sus rapiñas y a las matanzas de pueblos vecinos, a los que han hecho sucumbir, han extendido sus dominios hasta los alanos, llamados antiguamente masagetas. Así pues, ya que el relato me ha llevado hasta ellos, creo necesario contar de dónde son y qué tierras habitan, aclarando así las confusas explicaciones de los geógrafos, quienes sólo después de ofrecer múltiples y distintas versiones, llegan al fin a la verdad7. (SIGUE...)

Jordanes:


121. Después de un breve período de tiempo, como cuenta Orosio [291] , el pueblo de los hunos, el más fiero y atroz de todos, se lanzó con saña contra los godos. Investigando los relatos antiguos hemos descubierto lo siguiente sobre sus orígenes: Filimer [292] , rey de los godos e hijo de Gadarico el Grande, que ocupó el trono de los getas en quinto lugar después de su salida de la isla de Escandia, cuando entró con su pueblo en el territorio de Escitia, como ya hemos dicho más arriba, encontró entre su pueblo a ciertas hechiceras a las que llamó en la lengua de sus padres «haliarunas». Como no le inspiraban confianza, manda expulsarlas de entre los suyos y, después de que el ejército las hiciera huir bien lejos, las obliga a andar errabundas por una zona despoblada. 122. Cuando las vieron los espíritus inmundos que erraban por el desierto, se echaron en sus brazos y tras copular con ellas engendraron esta raza ferocísima que al principio vivió entre pantanos, minúscula, sombría y raquítica, una raza que apenas se parecía a la humana y a la que no se conocía otro lenguaje aparte de uno que parecía asemejarse remotamente al humano. Así que ésta era la estirpe de la que procedían los hunos que llegaron a las tierras de los godos. 123. Este pueblo cruel, como nos refiere el historiador Prisco [293] , se asentó sobre la ribera más lejana de la laguna Meótida, sin dedicarse a otra actividad que no fuera la caza, salvo cuando, debido al crecimiento de su población, perturbaron la tranquilidad de los pueblos limítrofes con sus saqueos y rapiñas. Unos cazadores de este pueblo, cuando estaban, como de costumbre, al acecho de sus presas en la ribera del otro lado de la Meótida, observan que se les presenta de repente una cierva, se mete en la laguna y, avanzando unas veces y parándose otras, parece que les va mostrando un camino. 124. Los cazadores la siguieron y así atravesaron a pie la laguna Meótida, que hasta ese momento consideraban tan infranqueable como el mar. Pero tan pronto como apareció ante estos desconocidos la tierra de Escitia, la cierva desapareció. Creo que fueron aquellos espíritus que engendraron a su raza los que tramaron todo esto por resentimiento hacia los escitas. 125. Pero los cazadores, que ignoraban la existencia de otro mundo más allá de la Meótida, se quedan admirados con la tierra de los escitas y, como son astutos, pensando que este camino no conocido hasta entonces por nadie les había sido revelado por obra de la divinidad, vuelven a los suyos y les cuentan su hazaña. Alaban la tierra de Escitia y convencen a su pueblo para que se encamine con rapidez hacia allí por el camino que habían aprendido de la cierva que les sirvió de guía. [294] Cuando llegaron sacrificaron en primer lugar a la victoria a cuantos escitas les habían salido al encuentro, mientras que a los restantes los sometieron como súbditos. 126. Pues tan pronto como atravesaron aquella enorme laguna, arrasaron como si se tratara de un huracán de pueblos a los alpidzuros, acildzuros, irimaros, tuncarsos y boiscos que se asentaban en el litoral de Escitia. También sometieron a los alanos [295] , que los igualaban en la lucha, pero eran diferentes en cultura, modo de vida y rasgos físicos, después de agotarlos con sus continuos ataques. 127. Pues a aquellos a los que en muchos casos no lograban vencer por las armas, los hacían huir aterrorizándolos con sus espantosos semblantes, porque tenían un aspecto de una negrura espeluznante y su rostro no era tal, sino, por así decirlo, una masa informe con dos agujeros en lugar de ojos. Esta apariencia siniestra manifiesta la crueldad del carácter de estos hombres que cortan las mejillas de sus hijos varones con la espada el mismo día en que nacen para que antes de recibir el alimento de la leche se vean obligados a acostumbrarse a resistir las heridas. 128. Por este motivo llegan a viejos siendo imberbes y son jóvenes sin belleza porque su rostro, marcado por las cicatrices de las espadas, se ve privado del pelo que sienta tan bien a esta edad. Son bajos de estatura, pero ágiles y desenvueltos en sus movimientos y muy aptos para la equitación; tienen anchas espaldas y son hábiles en el manejo del arco y las flechas, con el cuello firme y siempre erguidos de orgullo. Pero, a pesar de esta apariencia humana, lo cierto es que viven como bestias salvajes. [296] (SIGUE...)
¿Que aspecto fisico tendrian comparado con los grupos etnicos actuales?
 

pasabaporaqui

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¿Sois coscientes de que el que acuñó la moneda quizá jamás vió en persona a Atila?
Como que es falsa, atila no acuño monedas
Es una copia burda de un as romano
La de oro es de fantasía,

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pasabaporaqui

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Me ha recordado un poco a esta


Es Alejandro.
Pero seguro que no tenia esa cara, son monedas postumas , alejandro no acuño monedas con su esfinje,solo ponia simbolos civicos, lechuzas y tortugas ,fueron los generales que se disputaron el poder tras su muerte , los que acuñaron su esfinge como forma de propaganda.
Era un dios para los griegos y como un dios labraron su cara en las monedas, se pareceria mas a una moneda de heracles que al mismo alejandro

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Marco Porcio

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¿Que aspecto fisico tendrian comparado con los grupos etnicos actuales?
Pues es una buena pregunta, ya ves que dicen que apenas tenían aspecto humano. Lo que está claro es que los primeros grandes invasores provenientes de las estepas (los hunos, aunque hubo antes otros ya lo sé...) no eran de razas túrquicas-mongolicas como los que vinieron luego, y diría que tampoco escitas/alanos/masagetas etc. Es decir, una raza (¿quizás especie?) propia completamente diferente a todo lo demás. Cabe decir no obstante que en la antiguedad los grandes pueblos, o por lo menos los complejos socialmente, no eran homogeneos racialmente, sino que había castas raciales dominantes y sierivos y clientes de otras razas. Ahora bien, con los hunos, por lo menos al principio, no creo que pasara esto último, siendo un pueblo nómada de estructura social muy sencillo aparentemente. Son muchos los interrogantes.
 
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Pues es una buena pregunta, ya ves que dicen que apenas tenían aspecto humano. Lo que está claro es que los primeros grandes invasores provenientes de las estepas (los hunos, aunque hubo antes otros ya lo sé...) no eran de razas túrquicas-mongolicas como los que vinieron luego, y diría que tampoco escitas/alanos/masagetas etc. Es decir, una raza (¿quizás especie?) propia completamente diferente a todo lo demás. Cabe decir no obstante que en la antiguedad los grandes pueblos, o por lo menos los complejos socialmente, no eran homogeneos racialmente, sino que había castas raciales dominantes y sierivos y clientes de otras razas. Ahora bien, con los hunos, por lo menos al principio, no creo que pasara esto último, siendo un pueblo nómada de estructura social muy sencillo aparentemente. Son muchos los interrogantes.
La verdad que si, me llamo mucho la atencion la descripcion.

Coincido en que por lo menos turquicos no parecen. He leido que podrian tener relacion con los xiongnu, porque hacian un mismo tipo de recipiente. Aunque claro, quizas podrian haberlo copiado, como los estribos que conocian de los chinos...

Lo de que parecian de otra raza o especie... Bueno, en la antiguedad a veces exageraban mucho sobre los enemigos para deshumanizarlos o para dar mas valia a la experiencia o al combate. Tambien podria estar relacionado con lo de que desde pequeños les cortan las mejillas con la espada o les situan metales, que si ya parece que tenian una genetica poco agraciada, pues destrozandose la cara desde su juventud mas aun... Ademas seguramente tendrian un aspecto muy descuidado. En cualquier caso, nada es descartable, quien sabe... Tambien sorprende que mas bien los pintan de bajos y rechonchos pero en cambio muy agiles.

Con Atila y otros hunos se entrevistaron varios romanos, supongo que de haber visto algo fuera de lo comun nos hubiese llegado.

Tambien es interesante como lograron algunos romanos obtener informacion de su modo de vida. Lo de que comian y dormian en el caballo, se desmontaban solo para ir a ver a la mujer, etc. No se como seria una reunion diplomatica con esa gente... Aunque Atila aparentemente logro cierto entendimiento con el Papa... Pero lo que es "la gente comun" no me inspiraria mucha confianza entrevistarme con ellos o ir a observar su vida.
 

ELVR

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He echado un vistazo a la socorrida wiki y me he encontrado con esta representación de un guerrero bigotón Xiongnu de entre los siglos III y I AC:



si nos guiamos por la figurita y suponiendo que no haya habido cierta mezcla de sus antepasados con concubinas de otras razas, yo me imagino a Atila (sobrenombre de origen germánico y que significa algo así como "Papito" o el "Abuelete", si no recuerdo mal) de la siguiente manera, tomando a gente de Mongolia Interior algo más narizotas que un chino Han:





 

eL PERRO

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Es muchisimo mas probable que los hunos fueran caucasicos, escitas, o cualquier pueblo de esos antiguos del caspio-volga, a que fueran turcochinos

Igualmente los hungaros no vienen de los hunos, sino que son una repoblacion de tribus URALICAS posterior, emparentados con finlandia
 

Paletik "Paletov" Pasha

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Es muchisimo mas probable que los hunos fueran caucasicos, escitas, o cualquier pueblo de esos antiguos del caspio-volga, a que fueran turcochinos

Igualmente los hungaros no vienen de los hunos, sino que son una repoblacion de tribus URALICAS posterior, emparentados con finlandia
Pues los fineses tienen cara de turcochinos. De hecho la elite finlandesa siempre ha estado emparentada con el germanismo sueco. Mira a sibelius, medio sueco
 

eL PERRO

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Pues los fineses tienen cara de turcochinos. De hecho la elite finlandesa siempre ha estado emparentada con el germanismo sueco. Mira a sibelius, medio sueco
En finlandia son URALICOS, no turcochinos. Tienen un deje de ojillos de ESQUIMAL, no de turcochino. Finlandia en su idioma se llama SUOMI, que guarda relacion con sus esquimales que se llaman SAMI, que a su vez son primos de los KOMI que es una region de los urales que aun mantiene su nombre. Los hungaros vendrian a ser de los urales del sur, de procedencia exacta incierta. Pero no son turcochinos porque no tienen ese craneo de vladimiro de hez y de dusebayef. Tienen mas pinta de chino que turcochino

Las razas siberianas son un enigma aun, dificiles de relacionar y clasificar
 

Taliván Hortográfico

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si nos guiamos por la figurita y suponiendo que no haya habido cierta mezcla de sus antepasados con concubinas de otras razas, yo me imagino a Atila (sobrenombre de origen germánico y que significa algo así como "Papito" o el "Abuelete", si no recuerdo mal) de la siguiente manera,
Yo al "papito" o "abuelete" terror de las estepas tiendo a imaginarlo así. Faltan los cuernos.

 

RFray

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He echado un vistazo a la socorrida wiki y me he encontrado con esta representación de un guerrero bigotón Xiongnu de entre los siglos III y I AC:



si nos guiamos por la figurita y suponiendo que no haya habido cierta mezcla de sus antepasados con concubinas de otras razas, yo me imagino a Atila (sobrenombre de origen germánico y que significa algo así como "Papito" o el "Abuelete", si no recuerdo mal) de la siguiente manera, tomando a gente de Mongolia Interior algo más narizotas que un chino Han:





[...]El poeta y obispo Sidonio Apolinar subraya en su Panegírico a Antemio los rasgos físicos de los hunos, como el alargamiento de su cabeza y la estrechez de sus ojos acostumbrados a abarcar con su vista grandes espacios: "De otra parte, para que los dos orificios nasales no sobresalgan de los pómulos, envuelven la nariz, cuando aún es tierna, en un vendaje para que se adapte al casco: hasta ese punto el amor materno deforma a los niños nacidos para guerrear, de modo que la superficie lisa de las mejillas se prolongue al faltar la interrupción de la nariz. El resto del cuerpo es hermoso en los hombres: tienen pecho amplio, fuertes hombros, vientre compacto".[...]

[...]el historiador Jordanes, poco amigo de los hunos, describe a Atila como bajo de estatura, de ancho pecho y gruesa cabeza, con ojos minúsculos, escasa barba, cabellera erizada, nariz muy corta y tez oscura.[...]

Atila, el rey de los hunos, la pesadilla de Roma.

Supongo que lo de los ojos "estrechos" y "minúsculos", la nariz aplastada, y la barba escasa pueden ser indicativos de individuos que tenían sangre mongoloide, aunque seguramente ya se hubiesen mestizado con individuos de otras razas.

Por otra parte me parece curiosa la costumbre que tenían de practicar la deformación craneal en los niños.

 
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[...]El poeta y obispo Sidonio Apolinar subraya en su Panegírico a Antemio los rasgos físicos de los hunos, como el alargamiento de su cabeza y la estrechez de sus ojos acostumbrados a abarcar con su vista grandes espacios: "De otra parte, para que los dos orificios nasales no sobresalgan de los pómulos, envuelven la nariz, cuando aún es tierna, en un vendaje para que se adapte al casco: hasta ese punto el amor materno deforma a los niños nacidos para guerrear, de modo que la superficie lisa de las mejillas se prolongue al faltar la interrupción de la nariz. El resto del cuerpo es hermoso en los hombres: tienen pecho amplio, fuertes hombros, vientre compacto".[...]

[...]el historiador Jordanes, poco amigo de los hunos, describe a Atila como bajo de estatura, de ancho pecho y gruesa cabeza, con ojos minúsculos, escasa barba, cabellera erizada, nariz muy corta y tez oscura.[...]

Atila, el rey de los hunos, la pesadilla de Roma.

Supongo que lo de los ojos "estrechos" y "minúsculos", la nariz aplastada, y la barba escasa pueden ser indicativos de individuos que tenían sangre mongoloide, aunque seguramente ya se hubiesen mestizado con individuos de otras razas.

Por otra parte me parece curiosa la costumbre que tenían de practicar la deformación craneal en los niños.

Esto ocurre en Peru y otros lugares, sinceramente no entiendo que utilidad puede tener. Alguien decia que en Egipto para simular esa especie de corona egipcia... Pero tampoco me convence, porque ocurre en mas lados.