Una cosa es alegrarse de que llueva, ya que la lluvia es algo necesario. Otra cosa es alegrarse de que llueva en procesiones, no por el beneficio de lluvia en sí, sino por jorobar la procesión.
Creyentes en dioses imaginarios asesinos genocidas tarados que deberían estar prohibidos y liquidados hace mucho tiempo. Que se joroben los puñeteros jovenlandeses cristianos y judíos de cosa locos me gusta la fruta asesinazos.
Y que no se nos olvide que también se les joroba el plan a los remeros palurdos que no saben hacer otra cosa que sol y terraceo. Se les joroba una de las dos ocasiones anuales de las que disfrutan, vaya drama.