Nadie es aquí doctor en teología que yo sepa y nuestros comentarios son responsabilidad nuestra y de nadie más. Nadie busque la mayor fidelidad ni la mejor comprensión en mis escritos porque los hago asumiendo elevadas dosis de ignorancia. Consciente de ello, no está en mi ánimo empujar a nadie ni ponerme de portero en la puerta estrecha rechazando o dando la bienvenida según mi gusto o según entiendo la Doctrina de la Iglesia. Nada como ir a la fuente si tras mi humilde -ciertamente humilde aún cuando fuera mi ánimo ser pretencioso- alguien da un paso adelante de acercamiento a un "contexto" sobre el que pesan popularmente las peores leyendas y pronósticos.
Curiosamente la polémica más agria que he tenido en este foro, salvo rarísimas excepciones, es con foreros con los que a través de la Fe común, tendría mucho más que compartir que polemizar. Defender la Fe no puede llegar tan lejos en una vía de comunicación abierta como esta, como para dar un espectáculo en el que la primera víctima acabe siendo la propia Fe, o el deseo de alcanzarla, de quien lee atónito un rifirrafe que pareciera querer dejar zanjados ciertos asuntos como si se tratase de un Concilio.
Es dejarse caer por ciertas webs en cuyo dominio se deja claro -o se pretende- que lo que dicen "va a Misa", y es desolador el panorama. La ausencia de prudencia en muchos y los ataques menos misericordiosos, dejando patente un espíritu rebelde que sin embargo deberá ser el auténtico dado el énfasis y la seguridad con los que lanzan sus condenas, ofrecen al curioso que se acerca el más terrible y bochornoso espectáculo. De repente, el don del discernimiento ha caído sobre tantos que el simple curioso o al tibio debe darle la sensación de que "todos" saben de lo que hablan... menos la actual jerarquía de la Iglesia, que incluye a tantos sacerdotes, frailes, monjas y "misioner@s" que acaban pareciendo todos parte de la conspiración "bergobliana" o "segundovaticanista". La idea de que solo quedarán unos pocos "resistentes" no se refiere ahora a la Iglesia fiel frente a la sociedad apóstata, sino a un irreductible grupo de "piadosos" que tiene en frente a la Iglesia "oficial"...
Y sí, Nico, yo también he pensado y posiblemente llegado a escribir, que el exceso de celo que no repara en gastos, tal parece obra del malo en un intento por asustar aún más a quienes por diversas circunstancias tenga la "tentación" de dejarse ver por una iglesia.