No hay más tierras habitables, ni habitadas.
La Tierra es el centro del universo efectivamente, y la comunidad científica, si es que existe tal cosa que lo dudo pues son mercenarios, esta bastante divididaa respecto a su contrario.
Y saben perfectamente que únicamente es una cuestión de coordenadas referenciales.
la Iglesia, que recibió juntamente con el cargo apostólico de enseñar, el mandato de custodiar el depósito de la fe, tiene también divinamente el derecho y deber de proscribir la ciencia de falso nombre [1 Tim. 6, 20], a fin de que nadie se deje engañar por la filosofía y la vana falacia [cf. Col. 2, 8; Can 2]. Por eso, no sólo se prohíbe a todos los fieles cristianos defender como legítimas conclusiones de la ciencia las opiniones que se reconocen como contrarias a la doctrina de la fe, sobre todo si han sido reprobadas por la Iglesia, sino que están absolutamente obligados a tenerlas más bien por errores que ostentan la falaz apariencia de la verdad.
CONCILIO VATICANO, 1869-1870
XX ecuménico
Constitución dogmática sobre la Fe católica
SESIÓN III
Capítulo IV - De la fe y la razón
(24 de abril de 1870)
Denzinger 1798