Pues yo estuve el verano pasado en LA, y antes vuelvo allí que a SF. Es mayormente un gigantesco polígono industrial, vale, pero con su encanto: el eclectismo del Downtown (es la berenjena esa mezcla de Olvera Street + la estación + el ayuntamiento + el Walt Disney Hall), la Little Venezia (que nadie habla jamás de ella), playas y buen tiempo everwhere and everytime... y tanto el observatorio como el Getty másmolan, qué queréis que os diga: sólo he encontrado algo semejante en Greenwich.
En cuanto a playas, Santa Mónica suele estar petada y está casi mejor la ciudad al lado (no tiene demasiada pinta de polígono y hay hasta parques chulos
). Malibú, bueno: la que elegí yo (hay un montón) era una playa salvaje y poco masificada, sin más. Al día siguiente probé Manhattan Beach, y me encantó la zona y los casoplones (mejor que Beverly, que no ves nada). Pero de todas formas, el Pacífico es para lucir palmito y para surfear, no para pegarte agradables baños (pedazo de olas y qué jodidamente fría que está al agua por más que estéis a 35¤C, Dios: ni en Normandía se sufre tanto).
LA es la ciudad del hedonismo, del despilfarro, del antiecologismo: buen tiempo todo el año, coche o muerte y todo casas lo más alejadas posibles unas de otras (y urbanizaciones privadas, claro). SF es volver a la hez y a las estrecheces europeas: mal tiempo tooodo el año (casi nunca pasan de 20¤C), imposible meter el coche ni aparcar, todo ridículamente caro, vagabundos everwhere... es un lugar para trabajar y donde se cuece el futuro mundial (de allí vino el hippismo y el rollo LGTB, y ahora tienen el Silicon Valley), pero para unas vacaciones eternas no lo dudaría un segundo: LA.
PD: En cuanto a obesidad, hay mucha más por el interior de los USA. Y para comer en LA ya es chungo encontrar algo no mexicano, efectivamente.