Mateo77
Laico católico
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No paran de llegar noticias de desgracias de una escala mayor a lo habitual: grandes incendios, terremotos, epidemias nuevas, protestas sociales, tensiones entre países, problemas económicos, etc. Lo llevo defendiendo desde hace un tiempo, pienso que estamos asistiendo a un gran cambio de paradigma. Muchos creen en conspiraciones de diverso tipo y lo llaman "reset financiero", o "implantación del nuevo orden mundial". Estas teorías todas suelen adolecer del mismo sesgo, que es el materialismo. Dejan a Dios de lado, achacan todo a la casualidad o a la mano del hombre. Buscan únicamente entender el modo en que las criaturas actúan pero no se preocupan de discernir la voluntad del que las gobierna.
Yo, en cambio, he aprendido a tener a Dios en cuenta en lo que va pasando (aunque esto no significa que acierte en mis conclusiones, por supuesto). En mi opinión, y siguiendo los diversos mensajes como el de Fátima, creo que asistimos a una intervención del Cielo para deponer a los poderes temporales que están amenazando la labor principal de la Iglesia. Esta labor es anunciar el Evangelio para reunir a todos los hijos de Dios, y las amenazas externas e internas han ido creciendo hasta un punto intolerable. Si no queda quien anuncie el Evangelio o si se impide completamente su labor no tendría sentido que continuase esta etapa del mundo.
De esto entiendo que no se va a detener la acción del mal (antes del Juicio Final) salvo cuando impida al que busca a Dios crecer en justicia y santidad. A esto se referiría la promesa de que "las puertas del Hades no prevalecerán" sobre la Iglesia.
No creo que esto sea el final de los tiempos, sino una prefiguración imperfecta de este final. Esto significa que habrá una intervención destinada a restaurar mínimamente el orden temporal, pero no una destrucción completa.
Si acierto, el ritmo de sucesos catastróficos irá en aumento, al tiempo que se derramarán gracias para llamar a la conversión a la gente. La cosa se detendrá cuando los diversos gobiernos enderecen sinceramente sus políticas, o cuando sean reemplazados por otros más justos. La Iglesia no tiene poder alguno en este mundo, salvo la protección que le de Dios. Está a merced de los diversos poderes temporales, pero estos rinden cuentas antes o después a Dios.
Por ejemplo, Wuhan es el lugar donde en 1958 la China comunista nombró por primera vez obispos de su iglesia paralela, al margen del Papa y comenzando un largo contencioso con el Vaticano. En 2018 se llegó a un acuerdo no publicado, y en vista de lo sucedido pienso que no ha sido eficaz. En Fátima la Virgen anunció castigos debidos a la contaminación del mundo por "los errores de Rusia". Estos errores serían el materialismo ateo. El comunismo ya fue depuesto en Rusia pero su herencia en forma de marxismo cultural invade Occidente, y en otros puntos como China también se persigue encarnizadamente a la Iglesia. Habrá quien piense que el misterioso bichito no tiene relación alguna con esto. Yo creo que si está relacionado. Aunque la razón material de su aparición sea otra (por ejemplo, una fuga accidental del centro de estudio de bichito que hay en esa ciudad), la razón subyacente es una manifestación muy material del mismo error que se cometió antes en otra esfera.
Otra opción es que sí estemos viviendo la Gran Tribulación, y esto no falta quien lo defienda. Si es cierto aun es necesario que ocurran cosas, pero desde luego no se producirá una restauración de la recta fe.
Si estoy en lo cierto o si me equivoco, solo Dios lo sabe, y el tiempo lo dirá. Comparto esta reflexión con el ánimo de ayudar a minimizar el sufrimiento. En cualquier caso, este año tiene pinta de que va a ser movido. Invito a cada persona a que haga examen serio de conciencia. Ya ha conocido lo que este mundo está ofreciendo, y seguramente sepa mucho de Dios (o sepa dónde buscar), y es preciso elegir.
Yo, en cambio, he aprendido a tener a Dios en cuenta en lo que va pasando (aunque esto no significa que acierte en mis conclusiones, por supuesto). En mi opinión, y siguiendo los diversos mensajes como el de Fátima, creo que asistimos a una intervención del Cielo para deponer a los poderes temporales que están amenazando la labor principal de la Iglesia. Esta labor es anunciar el Evangelio para reunir a todos los hijos de Dios, y las amenazas externas e internas han ido creciendo hasta un punto intolerable. Si no queda quien anuncie el Evangelio o si se impide completamente su labor no tendría sentido que continuase esta etapa del mundo.
Ap 22:11
"Que el pecador siga pecando, y el que está manchado se manche más aún; que el hombre justo siga practicando la justicia, y el santo siga santificándose."
"Que el pecador siga pecando, y el que está manchado se manche más aún; que el hombre justo siga practicando la justicia, y el santo siga santificándose."
De esto entiendo que no se va a detener la acción del mal (antes del Juicio Final) salvo cuando impida al que busca a Dios crecer en justicia y santidad. A esto se referiría la promesa de que "las puertas del Hades no prevalecerán" sobre la Iglesia.
No creo que esto sea el final de los tiempos, sino una prefiguración imperfecta de este final. Esto significa que habrá una intervención destinada a restaurar mínimamente el orden temporal, pero no una destrucción completa.
Si acierto, el ritmo de sucesos catastróficos irá en aumento, al tiempo que se derramarán gracias para llamar a la conversión a la gente. La cosa se detendrá cuando los diversos gobiernos enderecen sinceramente sus políticas, o cuando sean reemplazados por otros más justos. La Iglesia no tiene poder alguno en este mundo, salvo la protección que le de Dios. Está a merced de los diversos poderes temporales, pero estos rinden cuentas antes o después a Dios.
Por ejemplo, Wuhan es el lugar donde en 1958 la China comunista nombró por primera vez obispos de su iglesia paralela, al margen del Papa y comenzando un largo contencioso con el Vaticano. En 2018 se llegó a un acuerdo no publicado, y en vista de lo sucedido pienso que no ha sido eficaz. En Fátima la Virgen anunció castigos debidos a la contaminación del mundo por "los errores de Rusia". Estos errores serían el materialismo ateo. El comunismo ya fue depuesto en Rusia pero su herencia en forma de marxismo cultural invade Occidente, y en otros puntos como China también se persigue encarnizadamente a la Iglesia. Habrá quien piense que el misterioso bichito no tiene relación alguna con esto. Yo creo que si está relacionado. Aunque la razón material de su aparición sea otra (por ejemplo, una fuga accidental del centro de estudio de bichito que hay en esa ciudad), la razón subyacente es una manifestación muy material del mismo error que se cometió antes en otra esfera.
Ecl 16,6-23
En la reunión de los pecadores prende el fuego, contra la nación rebelde se inflama la Cólera. No perdonó él a los antiguos gigantes que se rebelaron fiados de su fuerza. No pasó por alto al vecindario de Lot, a los que abominaba por su orgullo. No se apiadó de la nación perdida, de los que estaban engreídos en sus pecados. Igual trató a los seiscientos mil de a pie que se habían unido en la dureza de su corazón.
Aunque fuera uno solo el de dura cerviz, sería asombroso que quedara impune. Pues misericordia e ira están con El, tan poderoso en perdón como pródigo en ira. Tan grande como su misericordia es su severidad, según sus obras juzga al hombre. No escapará el pecador con su rapiña, ni quedará fallida la paciencia del piadoso. Para toda limosna tiene él un sitio, cada cual hallará según sus obras.
El Señor endureció al Faraón para que no lo reconociera, a fin de dar a conocer sus obras bajo el cielo. Su misericordia se manifiesta a toda la creación; su luz y su oscuridad las repartió a los hijos de Adán.
No digas: «Del Señor me esconderé, y ¿quién allá arriba se acordará de mí? Entre la gran muchedumbre no seré reconocido, pues ¿qué soy yo en la inmensa creación?» Mira, el cielo, y el cielo de los cielos, el abismo y la tierra serán sacudidos a la hora de su visita. A una los montes y los cimientos de la tierra bajo su mirada temblarán de espanto.
Mas en todo esto no piensa el corazón del hombre, y en sus caminos, ¿quién repara? Hay tempestad que no ve el hombre, y la mayoría de sus obras se hacen en secreto. «Las obras de la justicia, ¿quién las anuncia? ¿quién las aguarda? ¡Pues la alianza está lejos!» Esto piensa el ruin de corazón; el menso, el perdido, sólo piensa necedades.
En la reunión de los pecadores prende el fuego, contra la nación rebelde se inflama la Cólera. No perdonó él a los antiguos gigantes que se rebelaron fiados de su fuerza. No pasó por alto al vecindario de Lot, a los que abominaba por su orgullo. No se apiadó de la nación perdida, de los que estaban engreídos en sus pecados. Igual trató a los seiscientos mil de a pie que se habían unido en la dureza de su corazón.
Aunque fuera uno solo el de dura cerviz, sería asombroso que quedara impune. Pues misericordia e ira están con El, tan poderoso en perdón como pródigo en ira. Tan grande como su misericordia es su severidad, según sus obras juzga al hombre. No escapará el pecador con su rapiña, ni quedará fallida la paciencia del piadoso. Para toda limosna tiene él un sitio, cada cual hallará según sus obras.
El Señor endureció al Faraón para que no lo reconociera, a fin de dar a conocer sus obras bajo el cielo. Su misericordia se manifiesta a toda la creación; su luz y su oscuridad las repartió a los hijos de Adán.
No digas: «Del Señor me esconderé, y ¿quién allá arriba se acordará de mí? Entre la gran muchedumbre no seré reconocido, pues ¿qué soy yo en la inmensa creación?» Mira, el cielo, y el cielo de los cielos, el abismo y la tierra serán sacudidos a la hora de su visita. A una los montes y los cimientos de la tierra bajo su mirada temblarán de espanto.
Mas en todo esto no piensa el corazón del hombre, y en sus caminos, ¿quién repara? Hay tempestad que no ve el hombre, y la mayoría de sus obras se hacen en secreto. «Las obras de la justicia, ¿quién las anuncia? ¿quién las aguarda? ¡Pues la alianza está lejos!» Esto piensa el ruin de corazón; el menso, el perdido, sólo piensa necedades.
Otra opción es que sí estemos viviendo la Gran Tribulación, y esto no falta quien lo defienda. Si es cierto aun es necesario que ocurran cosas, pero desde luego no se producirá una restauración de la recta fe.
Si estoy en lo cierto o si me equivoco, solo Dios lo sabe, y el tiempo lo dirá. Comparto esta reflexión con el ánimo de ayudar a minimizar el sufrimiento. En cualquier caso, este año tiene pinta de que va a ser movido. Invito a cada persona a que haga examen serio de conciencia. Ya ha conocido lo que este mundo está ofreciendo, y seguramente sepa mucho de Dios (o sepa dónde buscar), y es preciso elegir.
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