Aquello fue una escabechina.
Recientemente se ha publicado un libro interesante sobre la ola de suicidios que siguió el suicidio de Hitler s
e llega a hablar de entre 50.000 y 60.000 personas que se suicidaron entre oficiales, profesores, médicos, generales y cargos del partido nazis.
Se titula: "Prefieron terminar con todo. El suicidio de los jefes nazis"
Pongo la traducción de la introducción del libro:
Al suicidarse y a su esposa, Eva Braun, el 30 de abril de 1945, entre las 15:20 y las 15:25, Adolf Hitler desencadenó una inmensa reacción en cadena en toda la élite del estado nancy.
Más de doscientos altos funcionarios nazis se suicidaron.
Varios ministros y secretarios de Estado decidieron seguir el ejemplo del Führer, a veces incluso varios años después: Paul Giesler (Interior), Herbert Backe (Alimentación y Agricultura), Leonardo Conti (Salud), Otto Georg Thierack (Justicia), Bernhard Rust (Ciencia y Educación)... Mencionemos también nombres menos prestigiosos, como los de Curt Rothenberger (subsecretario de Justicia), Josef Bürckel (diputado y gauleiter, que supuestamente se suicidó en 1944) y Carl Westphal (importante asesor del Ministerio de Justicia). ).
Y hay cincuenta y tres generales de la Wehrmacht sobre 554, uno de cada diez, que se disparan en el cráneo con una pistola de la EPA. Entre los más conocidos, además de los dos generales que permanecieron fieles a Hitler en el corazón del búnker, Wilhelm Burgdorf y Hans Krebs, citemos a Walter Model, Eberhard Kinzel (con su amante Erika von Aschoff), Arthur Kobus, Johannes dare Blaskowitz (en el momento de su juicio, en 1948)... El cálculo inicial tiene en cuenta los suicidios de generales de las SS, incluidos Heinz Roch, Karl-Gustav Sauberzweig, pero hay más de doscientos altos funcionarios nazis que se suicidaron.
Tampoco tiene mucho sentido la cifra de 200 importantes líderes que tomaron dicha decisión. En total, miles de líderes nazis de todas las afiliaciones. Algunos autores hablan de varias decenas de miles, llegando hasta la cifra de 50.000, incluidos, con toda probabilidad, suicidios femeninos, de los que hablaremos. Incluso hay jóvenes allí, sin duda regidos por las
Hitlerjugend, hijos de líderes del régimen, decididos a suicidarse. El escalofriante testimonio del hijo de Bormann, Martin Bormann Jr, futuro sacerdote, lo atestigua. "¡Hasta qué extremo fanático se alojará la voluntad suicida en esta Alemania en apuros! Bormann hijo estaba en Berchtesgaden, con los hijos de los colaboradores más cercanos de su padre, cuando la radio alemana anunció la muerte de Hitler, en la madrugada del 1 de mayo de 1945. Acababa de celebrar su decimoquinto cumpleaños. Ve a sus compañeros salir de la habitación donde se encontraban para suicidarse."