De que era economista y trabajaba en un banco, se dedicaba a pillar los ahorros de toda su familia y amistades con el cuento de que era directivo del BE y les ofrecía unos buenos productos financieros con gran rentabilidad, cuando en realidad no trabajaba en ningún banco ni en ningún sitio, vivía de los ahorros que conseguía a través de sus mentiras.
El caso de Franciaa, en el que está basada esta película el que llevaba una vida ficticia se hizo pasar durante 30 años por médico, si serlo, se dedicaba incluso a dar consejos médicos y cobrar visitas, cuando se descubrió su farsa mató a toda su familia.
"La investigación pronto reveló que Jean-Claude Romand no era la persona que creían sus vecinos y conocidos. No tenía trabajo, y había estado engañando a toda su familia y amigos durante casi dos décadas, afirmando ser médico e investigador en la
OMS, cuando en realidad nunca había superado el segundo curso de
Medicina, y vivía del dinero que había conseguido estafar a lo largo de los años en su círculo de allegados, llegando a vender a precio de oro medicamentos falsos contra el
cáncer e inversiones en Suiza. Al parecer, en la época en que cometió los crímenes, su familia estaba a punto de descubrir la verdad sobre él, y además había agotado todos sus recursos económicos. Acorralado, atrapado en su propia trampa, no encontró otra solución que el asesinato pues, según sus propias palabras, "su familia no aceptaría la verdad". El impostor fue condenado a cadena perpetua en 1996. Durante su condena el convicto se habría convertido al misticismo y tras su liberación se ha recluido en una abadía benedictina del siglo XI que sigue la liturgia previa al Concilio Vaticano II."
El
9 de enero de
1993 asesinó a su mujer con un rodillo de amasar, y más tarde a su hija Caroline, de 7 años, y a su hijo Antoine, de 5, empleando un rifle del calibre 22. Después de estos crímenes, limpió la casa, salió a pasear, y horas más tarde se dirigió a la casa de sus padres, en
Clairvaux-les-Lacs (
Jura), donde, después de comer, los asesinó del mismo modo. Tras pasar la noche con su amante, en
París, regresó a su domicilio y le prendió
fuego a su casa con él dentro, no sin antes haber tomado una buena dosis de
barbitúricos. No obstante, fue rescatado por los bomberos y tras casi una semana en
coma, consiguió salvar la vida.