Pedro Sánchez sube el sueldo a Pablo Iglesias e Irene Montero, marqueses de Galapagar, tras crujir a impuestos a los españoles.
PSOE - Motín en el Gobierno.
El presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, intenta frenar la
protesta de varios ministros contra
Podemos en un momento delicado de la negociación presupuestaria. Sánchez ha trasladado a varios ministros su petición para que
rebajen la tensión, advirtiéndoles de que
los equilibrios del Ejecutivo son muy frágiles y que, con la crisis de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, ciertos
desencuentros pueden facilitar a la oposición argumentos para su maniobra de forzar una
crisis de Gobierno.
“Si nos rompemos, perdemos el Gobierno”. Este es el mensaje que Sánchez ha trasladado a algunos de sus colaboradores y ministros, según revelan fuentes del Gobierno y sindicales, que hablan de
confrontación “sin cuartel” en el Ejecutivo, con
dos bandos enfrentados y el ministro
José Luis Ábalos intentado apaciguar los ánimos.
Los bloques se definen, por un lado, por los
ministros técnicos, que en
Podemos califican de
“ortodoxos”. Se trata de
Nadia Calviño (Economía) y
José Luis Escrivá (Seguridad Social), considerados los más beligerantes contra el
partido de Pablo Iglesias.
Personas de su entorno sostienen que los morados trabajan mal, carecen de preparación y solo se dedican a la comunicación política. Además, creen que algunos anuncios, como el de la puesta en marcha de una
ley para intervenir el mercado de la vivienda dificultan la negociación de España con los
expertos de la Unión Europea para recibir las ayudas de la el bichito.
El "área de Calviño".
Las fuentes consultadas incluyen dentro del
“área de Calviño” también a la ministra de Defensa,
Margarita Robles, así como la de Industria,
Reyes Maroto, e incluso la de Trabajo,
Yolanda Díaz. En Podemos, de hecho, lo tienen claro: “Yolanda juega para ella. No es de Unidas Podemos y aunque tenga una relación excelente con Iglesias, busca tener un perfil propio y su relación con Calviño es buena”.
La socialista Maroto, por su parte, ha hecho un “voto de silencio” para evitar que
suba la tensión, afirman en el Gobierno. Aun así, su lejanía de Iglesias es conocida. En su ministerio, además, ha crecido el
malestar porque en los últimos acuerdos sociales el papel de la responsable del área que tiene que lidiar con las grandes empresas ha sido escaso. "La han ninguneado", lamentan miembros del Gobierno.
Calviño se está centrando en sacar adelante las medidas que considera esenciales para la recuperación. Tiene la mirada puesta en la UE, y de momento se ha limitado a comentar que los
presupuestos para 2021 representan un pequeño avance de cara a todas las reformas que deberá abordar el país. Entre ellas, Calviño quiere acometer una
reforma tributaria que considera una asignatura troncal para sanar las finanzas públicas de España.
La ministra de Economía, además, no participó en la presentación del
Presupuesto General del Estado del pasado martes. Ese hecho ha sorprendido a algunos observadores, puesto que se trata de una
anomalía con respecto a otras presentaciones. El departamento de Calviño mantiene una relación mejorable con el de Hacienda de
María Jesús Montero, que lideró la negociación con Podemos y que
responde únicamente a Sánchez.
José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, durante su comparecencia este miércoles.
Bronca entre Iglesias y Escrivá
A lo largo de las últimas horas, el
enfrentamiento interno entre Podemos y los ministros moderados se ha escenificado en el debate sobre el
Ingreso Mínimo Vital. El líder morado reprochó que la ejecución del
IMV es mejorable, y pidió a Escrivá pisar el acelerador. Reiteró esa misma idea en una entrevista en la
Cadena Ser, pero Escrivá ha lamentado que los morados evitan debatir internamente la cuestión, y se limitan a elevar sus
quejas a la esfera pública. El propio ministro contraatacó el miércoles, achacando a Iglesias y su vicepresidencia los
problemas en la gestión del IMV.
El bloque de afines a Calviño se posiciona al lado de Escrivá.
Acusan a Iglesias de desconocer muchas de las actividades del Gobierno. Y creen que las peticiones sobre el IMV de Podemos carecen de sentido. “Son
peticiones vacías --argumentan fuentes de estos ministerios económicos--.
Solo hace falta que pase algo de tiempo para comprobar que el Ingreso Mínimo Vital funciona a la perfección”.
Ábalos y la presión de los barones del PSOE
En esa confrontación interna destaca el papel de Ábalos. El ministro de Transportes y líder de Ferraz se posiciona al lado de Sánchez, aunque mantiene ciertos
enfrentamientos con los morados. Por ejemplo, sobre la
ley que regula el precio del alquiler. Ábalos no quiere aplicar dicha normativa que considera lesiva para el mercado, pero ha tenido que aceptar las exigencias de los morados. Aunque ha logrado que se condicione a un plazo de cuatro meses para
ganar tiempo.
Ábalos es esencial en los equilibrios del Gobierno porque ejerce una importante tarea diplomática en el propio PSOE. Así lo resume un dirigente socialista: “La ofensiva de Sánchez en los territorios fue muy fuerte, pero vino el el bichito. Entonces tuvo que parar y lo que ha conseguido es que
los secretarios regionales se han rearmado y no quieren a Podemos. Por eso Ábalos está conteniendo el partido. Si el partido se le escapa, Sánchez puede tener un problema en el Gobierno, porque
los barones van a apretar contra Podemos. Más aún con el acercamiento de Arrimadas”. Otra fuente socialista comenta:
“Los territorios están en rebeldía. Desde Castilla-La Mancha y Aragón hasta Extremadura, Valencia e incluso parte de Andalucía”.
Pedro Sánchez e Inés Arrimadas en una imagen de archivo.
Pedro Ruiz (Cs).
Ciudadanos y el nuevo ciclo político
El próximo
choque llegará con
la votación de los presupuestos en el Congreso. Iglesias insiste en buscar el respaldo de ERC. Pero los ministros económicos lo tienen claro:
hay que seguir la “vía Ciudadanos”.Moncloa está de su parte, como desveló este diario. Creen que esta fórmula tranquiliza a la
Unión Europea, cada día más atenta a la evolución política en España, y
reduce el peso de Podemos en el Consejo de Ministros.
Si
Ciudadanos se suma a la mayoría del Gobierno, ERC y los independentistas se alejarán. Acto seguido, se abrirá un
nuevo ciclo político. “Contábamos con un
cambio de agenda en septiembre y se ha demorado. Pero en un mes va a llegar sí o sí”, cuentan desde los
ministerios económicos. Pero, ¿qué significa eso?
“Que el debate político se centrará en la economía y menos en la comunicación política”, y todas las miradas tanto dentro como fuera del Ejecutivo se dirigirán hacia
la capacidad del Estado de enfrentarse a una crisis de enorme envergadura, sostienen.
En el trasfondo de esos movimientos se encuentra la
posible remodelación del Gobierno. Para los
ministros económicos esta circunstancia representa una oportunidad para
reforzar el ala técnica frente a la ideologizada, representada por
Podemos. Y en esa confrontación cada ministro juega sus cartas, buscando el amparo de Iglesias o de Calviño. Sánchez, mientras tanto, intenta apagar el incendio y reitera:
“Si nos rompemos, perdemos el Gobierno”.