Tampoco yo, mi querido amigo. Según Abascal también son españoles aunque no tengan el DNI, merecen vivir en nuestro país, aportan mucho y bla, bla, bla.
Lo que resulta incuestionable es que
parece que entre los miembros de la familia afectada no hay nadie con sangre en las venas para entrar en esa casa y sacar a la poco trabajadora latinoamericana y presunta asesina a rastras y de los pelos. Y los vecinos ni están ni se les espera.
Al menos la familia ha recurrido a Desokupa, una empresa que hace una gran labor social y que suele ser muy efectiva.
Por otro lado, lo de los jueces y la policía es para echarse a llorar. No valen ni para esconderse.