Seamos serios, todos tenemos a alguien de los que nos alegraríamos de su muerte o nos alegramos en su momento. Otra cosa es dar un discurso hipócrita y quedarse en bragas como este caso.
Este sitio usa cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar su experiencia y mantenerlo conectado si se registra.
Al continuar usando este sitio, usted está consintiendo nuestro uso de cookies.