¿Os quedábais en el comedor del carcelegio? ¿Qué tal la experiencia?

[-Aноñимо-]

Yo lo recuerdo como algo francamente horrible. Filetes como suelas de zapatos llenos de nervios, potajes asquerosos, pescado de hez... ¡¡Puajj!!
De lo que ponían normalmente sólo me gustaba el cocido, del cual repetía porque para una cosa decente que había... Los más espabilados siempre pillábamos pan a saco, porque si no nos quedábamos con hambre. Triste pero cierto.

Nos ponían una monitora rondando 24/7 a los más conflictivos, pero aún así lográbamos meter en los radiadores la da repelúsnte comida que no queríamos ingerir.
Mira que decíamos a las cocineras Juani de hez que no queríamos más... Pues toma, al radiador por p**a. Cuando eso no funcionaba había que tomar medidas drásticas como echarle el mejunje al betilla de al lado, cuando no directamente catapultar los pseudoalimentos a la otra punta del comedor, aprovechando los momentos de distracción de las monizorras.

Recuerdo que mi mayor obsesión era librarme rápido de esa basura y pirarme al recreo. Muchas veces me castigaban por no comer, pero lograba escaparme en la mayoría de ocasiones. jajajaja

Ahora que lo pienso era 100% una guandoca. p**a vida, jorobar.

 

[W.Morgan]

Nunca fui al comedor del colegio, por suerte vivía cerca así que iba a casa entre las clases de la jornada partida. El comedor me daba miedo de aquella, porque había bastantes platos que me daba mucho ardor de estomago comerlos, ya me costaba tragar la comida que preparaban mis abuelos...

 

[-Aноñимо-]

Nunca fui al comedor del colegio, por suerte vivía cerca así que iba a casa entre las clases de la jornada partida, me daba miedo de aquella, porque había bastantes platos que me daba mucho ardor de estomago comerlos, ya me costaba tragar la comida que preparaban mis abuelos...

Era un puñetero INFIERNO

 

[El tuerto Bowman]

En mis tiempos no había comedor en los carcelegios.

 

[Q The Punisher]

En el mío se comía bien, hablo de los 80

Si que recuerdo un año que me tocó una mesa de malotes y si no cogias el filete al vuelo (Antes de que la bandeja tocará la mesa) te quedabas sin comer. También recuerdo entrar dos veces a comer (en dos turnos de comida) y las competís de barritas de merluza o salchichas buenas risas...

 

[Cala]

A mí me gustaba, las buenas chuletas de Sajonia con patatas, o la tortilla con tomate, la pasta la recuerdo mala y la comida en general insípida pero tampoco fue un horror.

En mi colegio había que ser de los primeros en llegar al comedor para poder sentarte con tus amigos, sino te ponían con otros cursos, lo que si coincido es que comiamos rapidísimo para salir a jugar.

 

[-Aноñимо-]

Asquerosérrimo. Como el rancho de la guandoca. De hecho seguro que en muchas cárceles tienen mejor menú.

 

[EL PVTO ADRENO]

la comida era EXCELENTE comparada con todo lo demás

 

[Edu.R]

Durante años. Tengo muchos recuerdos.

La mayor picia que hicimos: Robar pan. Al lado del colegio había un chalet y muchos balones de fútbol se colaban allí. Y había un perro.
Nos pusimos de acuerdo 5 o 6 para coger pan del comedor y que si venía el perro usarlo como cebo. Al final conseguimos el balón de vuelta.

Hubo muchas cosas míticas, una vez había un puré de verdura que tenía puntitos personas de color y a alguno se le ocurrió decir que eran bichitos u hormigas. Se extendió la idea por el comedor y muchos niños lo contaron en casa. Tuvieron que mandar una circular a los padres para desmentirlo, incluso ofrecían que la muestra se mirase al microscopio.

La jarras de agua eran metálicas y la gente echaba los restos de comida allí, siempre tenías que mirar que no hubiese nada dentro... si no pues se lo decías a la monja/madre superiora.

Y luego si me acuerdo de más, os las cuento.

 

[Cazarr]

Las pocas veces que fui me supuso una tortura. No solo por la comida, que estaba asquerosa, sino porque parecía haber allí una subcultura comedoril de niños semiabandonados, de padres separados o demasiado ocupados para atenderles en casa. Me sentía muy ajeno a aquella comunidad. Para mí era antinatural que mi madre no me viniese a recoger, o no comer en familia.

 

[-Aноñимо-]

Las pocas veces que fui me supuso una tortura. No solo por la comida, que estaba asquerosa, sino porque parecía haber allí una subcultura comedoril de niños semiabandonados, de padres separados o demasiado ocupados para atenderles en casa. Me sentía muy ajeno a aquella comunidad. Para mí era antinatural que mi madre no me viniese a recoger, o no comer en familia.

Mi colegio estaba lejos y la mayoría nos quedábamos en el comedor, aparcados y abandonados por nuestras familias en ese infierno.

Tuvimos que aprender a espabilar e ingeniárnoslas para no comer esa hez. Luego llegaba a casa y me hinchaba a merendar como un cabronazo. Normal...