Ayer me pasó una anécdota, una más de miles (sin exagerar) de ese estilo, y me dejó algo pensativo, reflexionando, pensando cómo es que nadie comenta nada al respecto, si es algo tan evidente que hasta lo podría ver un niño de 8 años. Quizás vagueza mental, o pasotismo, o que simplemente la gente es sencilla y no da para más. Bueno, ahí vamos:
Vivo en una casa terrera en zona de campo, relativamente alejado de mi vecino más cercano, por lo que nunca he tenido absolutamente ningún problema de convivencia, y mucho menos de ruidos.
Pero da la fruta casualidad, que al otro lado de la calle hay una granja llena de aves: gallinas, patos, palomas, pavos. Dicha granja lleva ahí desde mucho antes de que se hiciera mi casa, osea más de 40 años, por lo que siempre he tenido que convivir con los ruidos de los bichos, y la verdad es que lo he sobrellevado bastante bien, sobretodo porque tengo gran amistad con el granjero y él siempre ha tratado de respetar lo ajeno lo máximo posible.
Pero últimamente, quizás porque los gallos están más cantarines de lo normal, quizás porque uno ya se va haciendo viejo y quisquilloso (va a ser esto), me ha ido rondando en la cabeza la idea de poner una ventana de doble cristal, en mi habitación, para dejar de escuchar los gallos por la noche (a veces a deshoras).
Pues bien, la semana pasada finalmente me decidí a hacerlo, y me puse a buscar carpinterías de aluminio cerca de la zona; conseguí los números de 3 tíos. Uno de ellos, conocido de toda la vida, casi diría que amigo, me ha hecho ya algún trabajo; el otro es un tío que estudió conmigo, ni idea de como trabaja, y el otro es un tío del pueblo, que tiene pasta, que compró hace unos meses la carpintería de aluminio que ha habido en el pueblo toda la vida.
Llamo primero al chico que estudió conmigo, sale apagado. Le escribo un whatsapp diciéndole quien soy y comentándole el trabajo, le pregunto que cuando puede venir a verlo y a tomar medidas. Me contesta a las 4 o 5 horas con un: Ok yo te aviso.
Bien, doy por hecho que el anterior no me va a llamar, así que enseguida marco al siguiente, el tío con pasta que acaba de comprar la carpintería. Sale apagado o fuera de cobertura. Lo mismo que con el anterior: le digo por whatsapp quien soy, le explico el trabajo y le digo que por favor me atienda cuando pueda, para concretar. Al poco de escribirle, pienso que mejor comunicarme directamente con la oficina; busco el número en Google y llamo. Sale una latina al teléfono : ¿Aloooó? Le digo quien soy, le explico el trabajo y le informo que somos vecinos, que vivo a menos de 5 minutos de la carpintería. Ella me dice que estupendo, que los chicos en este momento están en un trabajo pero mañana te llamaremos.
Pasan 3 o 4 días, el primero por supuesto no ha dado señales de vida; y el segundo, en el cual tenía alguna esperanza, tampoco. Ni el tío me respondió los whatsapp, ni la latina me llamó para concretar el que los chicos vinieran a medir.
Llamo al conocido/amigo. Con él si fue bien. A los dos días ya vino a medir.
Ahora estarás pensando, ¿y tanta historia para eso? Habrás tenido mala suerte con esos dos, o estarán muy liados en estos momentos, o el el bichito, o qué se yo.
Y yo te respondería: no es mala suerte, ni es por el el bichito ni por mucho trabajo ni por cualquier otra causa medio justificada. LLEVO MÁS DE UNA DÉCADA CONTRATANDO A TODO TIPO DE PROFESIONALES, CIENTOS DE ELLOS: ELECTRICISTAS, FONTANEROS, ABOGADOS, NOTARIOS, PINTORES, JARDINEROS, ETC. Y LO QUE ACABO DE CONTAR ES UN PATRÓN DE COMPORTAMIENTO QUE SE REPITE EN POR LO MENOS EL 70-80% DE "PROFESIONALES" QUE QUIERAS CONTRATAR, CASI SIN IMPORTAR DE QUÉ GREMIO.
En todos estos años he visto absolutamente de todo. Por ejemplo, un fontanero que viene (señor mayor con gafas de trastero botella), después de haberlo intentado con más de 10 que no aparecen, y coloca un termo que a la semana se la cae encima al inquilino mientras está cagando. Que esa es otra, la falta profesionalidad.
He visto "subastas" de trabajos de albañilería. Quedas con 4 o 5 el mismo día a la misma hora y alomejor te aparece uno o ninguno. Acabas dándole el trabajo a Manolo el del barrio, que es "amañado pa todo", que lo mismo lo contratas para poner azulejos en un baño que para recoger uvas. Después lo ves empastando los azulejos con la mano (visto por mis propios ojos).
Pintores que llamas para pintar la casa, y cuando ven que es un casoplón no vienen más y no te contestan al teléfono.
En la agricultura he contratado a gente que se va cuando se termina el trabajo fácil y me quedo yo cargando las cajas.
He sudado sangre para encontrar ¡chicas de limpieza! a 10 euros la hora, tanto que muchas veces he terminado limpiando yo... De hecho, el negocio de alquiler por días que tuve hace años lo quité porque no encontraba gente para limpiar (repito, pagando 10 euros la hora).
Y un largo, larguísimo etc. Tan largo que me daría para escribir un libro bien rellenito.
Después de todo este tocho, la pregunta final que se me ocurre, es: ¿CÓMO VAMOS A TENER TRABAJO, SI ESO ES PRECISAMENTE LO QUE MENOS QUEREMOS TENER?