apocalippsis
Madmaxista
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Bueno al menos es el unico que lo dice, tiempo al tiempo,
Alemania: el terremoto político que ha causado la ultraderecha en el gigante europeo (y que ha dejado a Angela Merkel sin sucesora)
Jenny HillCorresponsal en Berlín
La crisis de Turingia
Hasta hace unos días, pocos alemanes habían oído hablar de Thomas Kemmerich.
La semana pasada, Kemmerich, del Partido Liberal Democrático (FDP) y de mentalidad empresarial, fue elegido jefe del Ejecutivo regional de Turingia gracias al apoyo de los legisladores locales de la AfD y de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Tiempos convulsos para el partido de Merkel...
Pero las consecuencias de lo ocurrido en Turingia fueron más allá de las declaraciones, las protestas y la renuncia de Kemmerich.
La ruptura del "cordón sanitario" a la ultraderecha se ha llevado por delante a la presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, incapaz de controlar a los sectores más a la derecha (y al este) de su partido.
Kramp-Karrenbauer, quien asumió la presidencia de la CDU en diciembre de 2018, no concurrirá para reemplazar a Merkel, quien lleva 15 años como canciller, aunque era vista como la favorita para sucederla.
Su renuncia ha desvanecido las esperanzas de la canciller Merkel de una transición suave del poder cuando renuncie el próximo año y haya elecciones generales.
Todo esto sucede mientras el Partido Verde alemán se acerca cada vez más en las encuestas.
... y para Alemania
Al igual que los otros partidos, la CDU aún no ha encontrado la fórmula para recuperar a los votantes atraídos por el nacionalismo xenófobo de la AfD, cuya popularidad ha crecido en los últimos años.
La AfD, con una retórica antiinmigración y antiislam, tiene legisladores en los 16 parlamentos estatales de Alemania.
A nivel nacional, la AfD tiene 89 escaños en la Cámara baja del Parlamento (Bundestag), de un total de 709, lo que lo convierte en el mayor partido de oposición.
Su presencia en el Bundestag ha vulgarizado los debates parlamentarios y, posiblemente, sus campañas centradas en la migración y la identidad nacional han roto los viejos tabúes alemanes y desplazado la política hacia la derecha.
La AfD ha encontrado un terreno electoral particularmente fértil en el este del país. En Turingia el partido duplicó sus votos en las elecciones regionales del año pasado.
Se avecinan unos meses turbulentos para la política alemana. Lo que comenzó como una elección regional no concluyente ha demostrado la capacidad de la extrema derecha de Alemania para causar el caos político al más alto nivel.
El terremoto político que causó la ultraderecha en Alemania (y que ha dejado a Angela Merkel sin sucesora)
Alemania: el terremoto político que ha causado la ultraderecha en el gigante europeo (y que ha dejado a Angela Merkel sin sucesora)
Jenny HillCorresponsal en Berlín
- 12 febrero 2020
La crisis de Turingia
Hasta hace unos días, pocos alemanes habían oído hablar de Thomas Kemmerich.
La semana pasada, Kemmerich, del Partido Liberal Democrático (FDP) y de mentalidad empresarial, fue elegido jefe del Ejecutivo regional de Turingia gracias al apoyo de los legisladores locales de la AfD y de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
Tiempos convulsos para el partido de Merkel...
Pero las consecuencias de lo ocurrido en Turingia fueron más allá de las declaraciones, las protestas y la renuncia de Kemmerich.
La ruptura del "cordón sanitario" a la ultraderecha se ha llevado por delante a la presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, incapaz de controlar a los sectores más a la derecha (y al este) de su partido.
Kramp-Karrenbauer, quien asumió la presidencia de la CDU en diciembre de 2018, no concurrirá para reemplazar a Merkel, quien lleva 15 años como canciller, aunque era vista como la favorita para sucederla.
Su renuncia ha desvanecido las esperanzas de la canciller Merkel de una transición suave del poder cuando renuncie el próximo año y haya elecciones generales.
Todo esto sucede mientras el Partido Verde alemán se acerca cada vez más en las encuestas.
... y para Alemania
Al igual que los otros partidos, la CDU aún no ha encontrado la fórmula para recuperar a los votantes atraídos por el nacionalismo xenófobo de la AfD, cuya popularidad ha crecido en los últimos años.
La AfD, con una retórica antiinmigración y antiislam, tiene legisladores en los 16 parlamentos estatales de Alemania.
A nivel nacional, la AfD tiene 89 escaños en la Cámara baja del Parlamento (Bundestag), de un total de 709, lo que lo convierte en el mayor partido de oposición.
Su presencia en el Bundestag ha vulgarizado los debates parlamentarios y, posiblemente, sus campañas centradas en la migración y la identidad nacional han roto los viejos tabúes alemanes y desplazado la política hacia la derecha.
La AfD ha encontrado un terreno electoral particularmente fértil en el este del país. En Turingia el partido duplicó sus votos en las elecciones regionales del año pasado.
Se avecinan unos meses turbulentos para la política alemana. Lo que comenzó como una elección regional no concluyente ha demostrado la capacidad de la extrema derecha de Alemania para causar el caos político al más alto nivel.
El terremoto político que causó la ultraderecha en Alemania (y que ha dejado a Angela Merkel sin sucesora)