Sargento Kowalski
El Señor del Alto amaje
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Granada: condenada a pagar 18.000 euros a su 'ex' por denunciar un puñetazo inventado
M.P.Q., quien denunció a su marido por malos tratos, ha sido condenada a indemnizar a su exmarido por inventarse que le había dado un puñatazo en el ojo. Así lo sentenció el pasado febrero el Juzgado de lo penal número 4 de Granada y así lo acaba de ratificar la Audiencia Provincial de Granada, ya que la mujer había recurrido tanto la indemnización, como el año de prisión y la multa de 1.200 euros que se le impuso al probarse que su testimonio era falso.
Según ella relató, el presunto golpe fue "un puñetazo en el ojo derecho", a la vez que la cogía "fuertemente por los brazos". La ahora condenada denunció el supuesto episodio "a sabiendas de su falsedad y siendo plenamente consciente que los hechos denunciados no se correspondían con la realidad".
Tras la denuncia, se puso en marcha la maquinaria judicial y el exmarido se vio envuelto en un proceso penal.
El hombre terminó en el banquillo de los acusados como acusado de maltratador. Tras la correspondiente vista oral, terminó absuelto.
La mujer acabó confesando que había fingido la agresión. La sentencia resalta que la granadina su comportamiento contradictorio a la hora de hablar de la agresión.
Recordemos lo que hay en la hijaputa justicia prevaricadora de este país: el hombre se juega la guandoca mientras que la mujer una multa que rara vez paga.
M.P.Q., quien denunció a su marido por malos tratos, ha sido condenada a indemnizar a su exmarido por inventarse que le había dado un puñatazo en el ojo. Así lo sentenció el pasado febrero el Juzgado de lo penal número 4 de Granada y así lo acaba de ratificar la Audiencia Provincial de Granada, ya que la mujer había recurrido tanto la indemnización, como el año de prisión y la multa de 1.200 euros que se le impuso al probarse que su testimonio era falso.
Según ella relató, el presunto golpe fue "un puñetazo en el ojo derecho", a la vez que la cogía "fuertemente por los brazos". La ahora condenada denunció el supuesto episodio "a sabiendas de su falsedad y siendo plenamente consciente que los hechos denunciados no se correspondían con la realidad".
Tras la denuncia, se puso en marcha la maquinaria judicial y el exmarido se vio envuelto en un proceso penal.
El hombre terminó en el banquillo de los acusados como acusado de maltratador. Tras la correspondiente vista oral, terminó absuelto.
La mujer acabó confesando que había fingido la agresión. La sentencia resalta que la granadina su comportamiento contradictorio a la hora de hablar de la agresión.
Recordemos lo que hay en la hijaputa justicia prevaricadora de este país: el hombre se juega la guandoca mientras que la mujer una multa que rara vez paga.
