De la gravedad, evidentemente.
En todo caso, ahora tengo la duda de la pelota. Según tú, cuando la pelota llega al suelo ya no existe atracción gravitacional. ¿Quiere decir eso que la pelota ya no pesa? ¿Y si no pesa, por qué no levita?
Se te ha ido la pinza.
Entiendo tu confusión. Mira:
Fuerza gravitatoria/atracción gravitacional no es igual a energía gravitatoria.
Fuerza no es igual a energía.
Fuerza = Gravedad.
Energía = Tu tirándote en paracaídas a 2000m de altitud gracias a la fuerza de la gravedad.
W = F x D
Una pelota parada en el suelo está atraída por la fuerza gravitacional de la tierra, correcto.
La energía potencial gravitatoria se define como el producto de la masa por la constante de gravedad por la altura.
E = m . g . h
Una pelota de 200g en el suelo tiene una energía potencial gravitatoria de:
E = 0.2 x 9.8 x 0 = 0 Julios.
Nada.
Efectivamente, la energía para que una pelota ruede cuesta abajo viene de la gravedad.
La pelota rueda cuesta abajo porque antes estaba arriba del todo
Al igual que tu caes en paracaídas porque un avión ha gastado su combustible para subir a 2000m y tirarte.
Una vez llega abajo, esa pelota no puede volver a rodar cuesta arriba, que es lo que tu propones con los imanes.
Ni tu volar al cielo propulsado.
Alguien ha subido y ha puesto la pelota ahí con sus dos manos, gastando la energía de su cuerpo, obtenida de la comida.
Esa energía se ha transferido de la persona a energía potencial gravitatoria.
Comida -> Movimiento persona (energía cinética) -> Energía potencial de la pelota -> Energía cinética cayendo abajo.
Si la cuesta tuviera, una altura sobre el plano de referencia, digamos de, 2 metros, la pelota tiene una energía de:
E = 0.2 x 9.8 x 2 = 3.92J
Esa energía viene de alguien que se ha movido y lo ha puesto arriba de la cuesta, no viene de la nada.
Si empujas esa pelota por la cuesta, esa energía potencial gravitatoria se convierte en energía cinética (la pelota empieza a moverse) y en calor por rozamiento.
De igual forma, la energía de un imán repeliendo algo no viene de la nada.
Si acercas dos imanes (o un imán a un material magnético) la energía que
gastas con tu mano se transfiere a energía almacenada den el campo magnético del imán.
Esa energía
viene de tu mano, no del imán.
Un material levitando sobre un imán es lo mismo que un libro apoyado en una mesa.