Señormerigueder
Madmaxista
Y las jamelgas de la foto son testigos de Jehova?, que ma punto...
Tomibollo, el prono es una cosa totalmente insana. Haciendo una analogía, sería como: "Hace 100 años sólo había azúcar de caña y era carísimo. Los Donut de hoy en día tienen edulcorantes químicos que son baratos y tienen una intensidad miles de veces superior".
Hay cosas que son imposibles. Y hay cosas que sólo lo parecen. Las primeras me dan igual; las segundas son las que me interesan y a las que se refieren los vídeos de motivación.Respecto a los vídeos motivacionales, esconden una falacia: la falacia de que cualquiera puede llegar a donde quiera llegar; la falacia de que el determinismo genético no existe (o que es irrelevante).
Son practicantes, supongo, de calistenia. Alguna estará ahí dando el pego, posiblementeY las jamelgas de la foto son testigos de Jehova?, que ma punto...
La "Era Maravillosa" dice... La era del consumo de antidepresivos, la era del aborto, de las aberraciones sensuales, del mestizaje y de la inversión de todos los valores y ley natural.
Para el 2000 ya nos habían dicho que estaríamos en un nuevo Paleolítico, guerreando entre tribus madmaxianas por el último galón de gasolina, enfermos por las radiaciones de los móviles, perseguidos por morlocks y alimentándonos con galletitas Soylent Green.Va a durar muy poco tu "Era Maravillosa".
Es enternecedor ver a un progre reconociendo que la mujer más lista del mundo es un hombre.Dos palabras: Audrey Tang.
Audrey es ministra en Taiwán. Una ministra transexual en una isla gobernada por una mujer, quién lo diría hace poco de Formosa.
Bueno, y quién diría que Formosa, una isla subdesarrollada, abrumadoramente agrícola y amenazada por la China continental se convertiría en un país avanzado y rico.
Audrey es una auténtica superdotada, con un CI de 180, hizo carrera en Silicon Valley para regresar a su tierra a ejercer de ministra (sin cartera, pero es un gran avance).
Su cambio de género es también una lección de valentía para todos. Dejando aparte que su CI supera a prácticamente el 100% de los machirulos planetarios, las otras alternativas eran mucho peores para alguien de su talento: o bien caer en las garras de un psiquiatrilla sin escrúpulos que pretendería convencerla de que en realidad es un "lgtb enfermo mental" y la atiborraría de pastillas y escáners hasta conseguir estropear su intelecto, o bien convertirse en un ladyboy feo para solaz de ingleses borrachos y malvivir en alguna infecta pensión. Audrey dio el paso y ha sido un éxito para ella (y para su país).
Taiwán es abanderado en la política de datos abiertos, y Audrey la apoya con entusiasmo. Permanezcan atentos a sus pantallas
Es enternecedor ver a un progre reconociendo que la mujer más lista del mundo es un hombre.