Ayer vi "Mientras dure la guerra", de ése director de películas propagandísticas al servicio de los imnombrables. Bien, pues se podría hablar de muchas cosas, yo sólo comentaré ahora algo que es una táctica que repiten hasta la saciedad ésta clase de "cineastas", y es el acusar al enemigo de lo que por supuesto han hecho ellos, LOS gente de izquierdas. En ésta ocasion deja caer que los nacionales mataban gente por no ir a misa, cuando es justo al revés, LOS gente de izquierdas torturaban y asesinaban gente sólo por ir a misa.
Yo la vi también bajada de la mula porsupu, no me gasto un euro en esa hez.
El LOL mayúsculo es cuando Unamuno habla del plan Kalergi masónico y lo califica como un delirio absurdo, como si fuera imposible que existiera algo tan descabellado, un plan para hibridar a los pueblos europeos para hacerles perder su identidad.
Y una sarta de mentiras: ni Unamuno se sentó en la esquina de la mesa (estaba al lado de Millán Astray) ni éste gritaba Viva la Muerte (en la película lo grita varias veces en escenas distintas). Y a los masones (el militar de barba) los pinta como personas buenas y demócratas partidarios del reparto de poder en una junta militar, por supuesto antifranquistas.
Otra mentira intencionada es eliminar a los hijos de Unamuno, uno que fue a buscarle al paraninfo cuando el día famoso del discurso Vencer no es convencer (no dijo
venceréis pero no convenceréis) y se lo llevó caminado, no en coche como en la película que sale refugiado escapando de allí. No es casual que las hijas de Unamuno interpreten a la voz de la conciencia pacifista y republicana (mujer = el bien) las que le discuten a Unamuno su apoyo al levantamiento.