Lo mejor de todo es como a día de hoy siguen estafando con lo de París ciudad romántica, del amor y su querida madre.
Cientos y miles de aliadme que acaban cediendo por culpa de su visillera idealista y metiéndose en la boca del lobo para acabar viendo un Mogadiscio con edificios que no pegan nada con lo que se ve, solo porque esperan que el pagafantas clave rodilla y le pida matrimonio desde lo alto de la Torre Eiffel, un amigo de mi ex hizo eso con la suya y me estuvo dando el ****** de que cuando íbamos a ir nosotros, que era superbonito y tal.
A tomar por trastero, antes me voy a Marrakech o a La Sagra.