El fallecido de Potes fue pateado en el suelo tras caer por el puñetazo
Sí, la verdad que los nenitos esos son muy buena gente, una ricurita, unos santos. Pobrecitiños ellos, que están deteniditos los chiquitines míos, en fin, esperemos que los dejen en libertad, no vayan a coger un trauma los niñitos.
Javier Solares no sólo recibió un puñetazo. El hombre de 46 años que falleció en la noche del sábado en Potes fue pateado cuando ya se encontraba en el suelo. Esa es al menos la versión de la Guardia Civil, que detuvo horas después a dos jóvenes, de 18 y 19 años respectivamente, vecinos de Liébana y Cartes, como presuntos autores del homicidio. Ambos han pasado hoy a disposición judicial.
La Guardia Civil relata en nota de prensa que, en la madrugada del sábado al domingo, cuando dos parejas paseaban por la localidad de Potes, uno de los hombres intercambió unas palabras con dos jóvenes que se encontraban sentados en el puente de la localidad. Minutos después, cuando las dos parejas se encontraban hablando, en las inmediaciones de una sucursal bancaria cercana a ese puente, los dos jóvenes se acercaron al hombre, y uno de ellos, sin mediar palabra, le propinó un puñetazo en la cara por el que cayó al suelo, «donde el segundo joven le golpeó repetidamente con las piernas».
Ante esta agresión, las otras tres personas del grupo intentaron apartar a los agresores, que huyeron del lugar. Javier Solares, vecino de Villaviciosa (Asturias) quedó tendido en el suelo, y su pareja y amigos intentaron reanimarlo sin éxito. Poco después llegó una ambulancia que no pudo más que confirmar el fallecimiento de esta persona.
Debido a lo sucedido, se estableció un dispositivo de búsqueda de los dos agresores. A las 02.50 horas componentes de la Guardia Civil de Potes, localizaron y detuvieron a los dos jóvenes, que se habían refugiado en el domicilio de uno de ellos. Será la autopsia la que determine si Javier Solares falleció al desnucarse tras caer al suelo por el puñetazo o como consecuencia de las patadas recibidas a continuación.
Lo típico
- Qué miras, iluso, vete a tu pueblo.
- Vete a la hez, niñato, que no tienes ni media leche.
Los niñatos se ofenden, lo persiguen sin que se dé cuenta, le dan un puñetazo afeminado, o sea, a traición, y se ensañan con él cuando está en el suelo, indefenso. Buenísimas personas. Los bemoles les cortaría yo, a esos dos cobardes de hez. Si en España hubiera justicia, existiría la cadena perpetua y estos dos la cumplirían hasta que murieran.