La única respuesta a esto es: no se puede todo en la vida.
Lamentablemente de eso te das cuenta cuando es tarde, cuando tenés +30 años y ya sos el descarte para los que quedan. Es muy triste la situación.
Imagina que, si no te hubieras partido los cuernos para aumentar tu patrimonio, podrías haber sido una de esas de 25-26 años buscada por uno de esos que ya ni te mira. Para formar una familia con vos. El patrimonio es de la familia.
Pero el tipo ese, que te hubiera querido a vos, al final termina eligiendo a una chica más básica si quiere una de esa edad. Porque las que son más decentes y tienen algo en la cabeza están corriendo esa carrera de hámster para terminar como vos, a los treinta y pico viendo que sus virtudes podrían haber sido muy útiles para formar un lindo hogar y hacer cosas de bricolaje y demás. Claro que ahora verías ofensivo algo así, como si estudiar y trabajar te hiciera mejor persona.
Los tipos también son una cagada ahora, pero muchas veces es porque el dolor que sentimos como hombres al terminar una relación es muy fuerte. Y nos vamos haciendo cada vez más hezs, por curtirnos. Se nos endurece el corazón, vamos a la defensiva. Difícil entregarse del todo. Eso termina de eliminar la chance de que algo funcione.
Debe haber toda una escala de grises supongo, pero es como veo que ocurre acá y allá.
Yo me estoy separando ahora de mi pareja española que piensa exactamente igual que vos. Podría decir que sos ella. Y me resulta dolorosa la separación por lo que implica para ambos y porque la veo entre esa multitud de mujeres descartadas intentando tener “una carrera”, “no depender de nadie” y ese tipo de metas vanas que no te llevan a ninguna parte porque lo que en el fondo querrá será alguien con quien compartir sus días.
Siempre he sido claro con ella: “conmigo no te sobrará ni faltará nada en la vida, pero quiero que nuestros roles sean los tradicionales: yo aseguro que no te falte nada, vos aseguras que mi hogar sea agradable para mí y nuestros hijos. No quiero relación estéril ni hijos en manos de desconocidos.”
Lo peor es saber que ese tema de tener una carrera profesional no se lo cree ni ella. No te lo debes creer vos tampoco. Pero es lo que te dijeron y te avergonzaría decir lo contrario. Hasta la expresión “ama de casa” te debe sonar como del siglo XIV.
Ahora, a mis treinta y pico, con esta separación que me deja al límite de la edad que hubiera querido idealmente para ser padre, coincido con mucho de lo que dicen acá. Justamente por ser uno de esos frustrados. Las de mi edad me parecen antiestéticas y viejas en general. Sólo las querría si hubiera empezado con ellas unos años atrás, por el apego y cariño. Pero todas usadas por quién sabe cuantos. Es sabido que, después de la treintena se meten en montones de relaciones de emergencia para asegurarse a alguno. Paso de esas, me dan pena.
Supongo que terminaré con alguna chica más joven o, si soy tan beta-rechazable, sólo. En tal caso, seguramente vaya a alguno de estos dos extremos: o amargado o completamente hedonista.
