Lux Mundi
In Hoc Signo Vinces
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Se sabe que una de las peores zonas de España es La Sagra, comarca que comprende desde el sur de Madrid hasta Toledo capital. Pero poco se habla de ese Purgatorio llamado "costa marrón", comprendido por las localidades de Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles y Alcorcón.
Visitar esta zona es hacer un viaje que te puede cambiar la vida. A peor.
Antaño ciudades dormitorio, luego por los pelotazos urbanísticos, terminaron por tener hasta universidades y gracias a que pusieron infraestructuras en transportes que conectan con Madrid, se libraron de ser "pueblos" para entrar en la liga de las "grandes ciudades de España". Pero siguen siendo pueblos en esencia, digan lo que digan.
En medio de un puñetero secarral, se alzan moles de edificios que acogen a la clase obrera como si fueran sardinas en lata, cajas de cerillas para alojar curritos, muchos de ellos soñando un día tras otro con una vida mejor, en un lugar más lejano, alejados de esa catastrófica zona maldita.
Cada localidad de esta maravilla paradisíaca tiene su encanto personal:
-Fuenlabrada: por alguna extraña razón no está incluida en la Sagra Madrileña, como si lo está su vecina paralela Parla. Esta inexplicable situación seguro se debe a que alguien invirtió en la zona para poner la antaño industria del Cobo Calleja, ahora chino al completo, y colocar ahí una red de transporte público, metro y trenes que le salvan el trastero de no ser poblado y ser considerada "sur de Madrid". De no ser por estos milagros de última hora, Fuenlabrada sería Sagra madrileña sin ningún tipo de discusión, imagino que alguna mano negra habrá pagado lo suyo para clasificarla dentro de la red metropolitana de Madrid, no os engañéis, no son ciudad, son pueblo se pongan como se pongan. Fuenlabrada es la puerta a la Sagra madrileña, por lo tanto Fuenlabrada es esa antesala, la puerta de Mordor, Mordorlabrada; y saluda a su vecina sagreña Parla en diez minutos, porque están pegadas. La hermana pequeña de Fuenlabrada es Humanes, otra inexplicable localidad que no forma parte de La Sagra, cuando está todavía más pegada a Parla; sí que lo está por ejemplo, Griñón.
Da igual que vayan de metropolitanos, son pueblo, pueblo, en costumbrismo, ideas, formas de vivir. El PSOE lleva gobernando en esas tierras desde que la movida madrileña, y ahí se quedó la cosa hasta estos tiempos que corren. Fuenlabrada era en los 60 cuatro casas hasta que un montón de colonos andaluces y extremeños, también toledanos, se asentaron en la ciudad, y empezó a subir el nivel a base de ladrillos a espuertas. Si no es por esto, los aborígenes se estarían todavía comiendo los mocos.
Trufada de moronegrismo, inmi gración a raudales, chinos a cascoporro, la destrucción de este lugar es apocalíptica y va a pasos agigantados. Si fue fundada por fuentes de agua que abastecían a lugareños, ahora será destruida por la invasión que ellos mismos han consentido. Raro es el que no vive de pagas en esta localidad, antiestética como un puñetero malo. Las fuentes de Mordorlabrada son famosas, de ahí su nombre, maravillas visuales que dejan a uno con la boca abierta y se debaten entrar en la lista de Patrimonio de la Humanidad:
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La historia de este pueblo (porque es pueblo digan lo que digan), está muy vinculada al agua: como llueva algo más de la cuenta se inunda siempre, siempre; cuatro gotas bastan para que se empiece a ver a gente bañarse en una de sus múltiples rotondas.
El canismo y chonismo son las subespecies humanas que se pueden encontrar por estos lares, algo bastante típico de la Costa Marrón, pero queda resaltado en este pueblo (porque siempre será pueblo), aunque prima también el catetismo en ciertos aborígenes que siguen sin evolucionar.
-Leganés: si Humanes es la hermana pequeña sin estudios de Fuenlabrada, Leganés es la hermana mayor que al menos tiene el Bachillerato. Tierra de pepinos, está más pegada a Madrid por la parte de Carabanchel y dicen que hay un monstruo por estos lares, el monstruo de Leganés. Si la hermana pequeña sin estudios, Fuenlabrada, es famosa por fuentes horribles, Leganés tiene rotondas que ya aparecen en las guías del necroturismo:
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Leganés tiene zonas dignas de visitar, como el barrio de La Fortuna, fundado por mercheros traperos, y antaño andaba el calor al forastero de San Nicasio, hasta que lo remodelaron e hicieron zonas nuevas. Su gran tradición pepinera recoge costumbres ancestrales: explotar con la cabeza sandías y melones en las fiestas patronales, no sé si seguirán con el ritual a día de hoy, pero lo han estado haciendo hasta antes de ayer.
Se llevan muy mal con los de Getafe, la capital del Sur, por un pequeño trozo de carretera, a veces quedan para pegarse entre ellos. El canismo de Leganés es legendario, hay chonis en cantidades importantes, muchas chonis de larga data; las chonis de Leganés tienen como único hobby ir el finde a ese horror mortal llamado Parquesur, un centro comercial tomado por etnianos los domingos. Se pasean por el Zara y Bershka vestidas de chonacas para ver si ligan a alguien que sea por lo menos de Madrid y las saque del pepinar, es el mayor braguetazo al que pueden aspirar.
-Móstoles: puede mirar por encima del hombro a las otras dos, es más, creo que no quiere saber nada de ellas, pero que no se lo tenga tan creído, que es pura Costa Marrón; vulgarmente llamada Brónxtoles, o Mónstruoles, al menos tiene un episodio épico en la Historia montando aquel pollo del 2 de mayo contra franceses. Este milagro les salva el trastero y les limpia algo la honra. Todo madrileño conoce Móstoles, porque hasta cuatro días, el que quería el carné de conducir se tenía que ir a Móstoles a practicar con la autoescuela y circular por sus maravillosas rotondas y carreteras conchabadas con los examinadores de Tráfico. Por la A5 excepcional carretera de la muerte, uno sale de Móstoles y se topa con...La Sagra madrileña, en esos pueblos colindantes como El Álamo, Navalcarnero y Arroyomolinos, ya en la tierra maldita sagreña. Por cinco minutos de carretera, no es Sagra milagrosamente, le pasa como a Fuenlabrada, es un milagro de última hora.
Si uno quiere diversión sin igual, basta con irse a las fiestas de Móstoles y esperar a que se monte el pollo en los botellones de juventud, donde vuelan botellas y se dan batallas campales contra la policía, a veces han habido atropellos mortales. Móstoles está a otro nivel.
Su plato típico son las empanadillas quemadas.
La arquitectura mostoleña es digna de mención, por su atractivo visual, pure Brown Coast Style:
Con el tiempo ya han conseguido modernizarse en arquitectura y dejan un legado de maravillas:
El lugar más amado y querido por los madrileños está en Móstoles:
-Alcorcón: pegada a Madrid por la A5 (la carretera del malo), está lindando con el barrio de Campamento, trufado de lo que antaño fueron cuarteles militares. Pudieron catar algo de gloria cuando tumbaron al Real Madrid en aquel partido de fútbol. Moles y moles de edificios, y un tremendo terreno trufado de centros comerciales donde los Pacos van a echar el sábado al Ikea en el Xsara Picasso color nevera mientras piensan en suicidarse.
La arquitectura de Alcorcón es absolutamente Paco Costa Marrón, siendo que el que diseñó las muchas obras de arte que se encuentran por la ciudad, estaba borracho y posiblemente drojado:
Por la noche, sus vistas no tienen nada que envidiar a las de Nueva York desde la Isla de Ellis
Como actividad social y comunitaria, tiene fama de tener zonas de cruising en sus descampados, en lo que fue antaño una zona industrial, grupos de abuelos y jubilados sin otra cosa que hacer, salen por las mañanas "a caminar" y lo que van es a hacerse caricias o a que les coman el badajo esa gente infecta que por cuatro duros se deja hacer de todo.
El sonido de Alcorcón es escuchar el derrape de los coches de la A5, que bien son conductores en su trayecto a Madrid o aspirantes a obtener el permiso de conducir, raro es el día que no pasa algo en la carretera demoníaca a la altura de Alcorcón.
-Getafe: de chiripa, sólo de chiripa se salva de no tener el aura de desolación de sus convecinas ciudades marrónidas. Porque es capital del Sur, sino iría de cabeza, pero ojo, mesura: es la capital de la Costa Marrón, y como capital, por supuesto que tiene mucho que ofrecer con su fantástico encanto. Tiene un punto Paco señorial, la diferencia con sus aledañas, pero no es para tirar cohetes. El hobby predilecto de los lugareños es dar vueltas arriba y abajo por la céntrica calle Madrid.
Getafe sí que mira por encima del hombro a las demás poblaciones y asentamientos de la Costa Marrón, tienen catedral (una basílica realmente), son capital religiosa y de diócesis; el glamour de una base aérea militar que a veces ofrece espectáculos en los cielos marrónidos (visionar zepellines y aviones ballena), colegios católicos que dan cierto pedigrí a la ciudad y que regalan títulos dependiendo de la pasta de papá y mamá; empresas secta familiares que dan curro a mogollón de familias en la zona, como la John Deere, Airbus y similares. Si no tienes un primo trabajando ahí, olvídate y vete a echar un CV al supermercado más próximo, pringado. Se reproducen entre ellos, entre trabajadores de la John Deere, y perpetúan ese linaje de marrónidos nativos que se creen la leche de pijos pero son DE GETAFE jorobaR. Para bajarles los humos de quiero y no puedo, hay que recordarles que son capaces de perder la dignidad cuando quedan para pegarse contra los de Leganés por un pedazo de carretera, y siempre es bueno recordarles que están a un pie de Villaverde o la no menos terrorífica San Cristóbal de los Ángeles.
Tienen un centro de peregrinaje demoníaco y satánico llamado El Cerro de Los Ángeles, donde se ordenan personas que dicen tener vocación para ser curas y monjas; ubicado a 666 metros sobre el nivel del mar, dicen que es el centro geográfico de la península ibérica, pero los habitantes de Pinto discrepan y cualquier día se liarán a palos y me parece correcto. Siempre es bueno una quedada entre lugareños y que se maten entre ellos.
Sus fiestas duran muchos días, en el mes de mayo siempre hay fiestas, y navajazos, los apuñalamientos e intervenciones policiales son igual de numerosos a sus fiestas, no sé qué cachopo celebran en mayo porque la patrona, Ntra. Señora de los Ángeles, es en agosto, pero en mayo celebran cosas que llevan a muchos navajazos. No serán la soñada capital pija que sueñan con ser hasta que sus ínfulas se apacigüen y cesen esos navajazos.
Maravillas de la capital de la Costa Marrón, pisos no muy altos por la movida esa de la base aérea militar:
La escala Paquitzer se rompe en la Costa Marrón.
La Costa Marrón es el Purgatorio en la Tierra: si os ha tocado vivir ahí, es porque tenéis graves pecados por expiar.
Visitar esta zona es hacer un viaje que te puede cambiar la vida. A peor.
Antaño ciudades dormitorio, luego por los pelotazos urbanísticos, terminaron por tener hasta universidades y gracias a que pusieron infraestructuras en transportes que conectan con Madrid, se libraron de ser "pueblos" para entrar en la liga de las "grandes ciudades de España". Pero siguen siendo pueblos en esencia, digan lo que digan.
En medio de un puñetero secarral, se alzan moles de edificios que acogen a la clase obrera como si fueran sardinas en lata, cajas de cerillas para alojar curritos, muchos de ellos soñando un día tras otro con una vida mejor, en un lugar más lejano, alejados de esa catastrófica zona maldita.
Cada localidad de esta maravilla paradisíaca tiene su encanto personal:
-Fuenlabrada: por alguna extraña razón no está incluida en la Sagra Madrileña, como si lo está su vecina paralela Parla. Esta inexplicable situación seguro se debe a que alguien invirtió en la zona para poner la antaño industria del Cobo Calleja, ahora chino al completo, y colocar ahí una red de transporte público, metro y trenes que le salvan el trastero de no ser poblado y ser considerada "sur de Madrid". De no ser por estos milagros de última hora, Fuenlabrada sería Sagra madrileña sin ningún tipo de discusión, imagino que alguna mano negra habrá pagado lo suyo para clasificarla dentro de la red metropolitana de Madrid, no os engañéis, no son ciudad, son pueblo se pongan como se pongan. Fuenlabrada es la puerta a la Sagra madrileña, por lo tanto Fuenlabrada es esa antesala, la puerta de Mordor, Mordorlabrada; y saluda a su vecina sagreña Parla en diez minutos, porque están pegadas. La hermana pequeña de Fuenlabrada es Humanes, otra inexplicable localidad que no forma parte de La Sagra, cuando está todavía más pegada a Parla; sí que lo está por ejemplo, Griñón.
Da igual que vayan de metropolitanos, son pueblo, pueblo, en costumbrismo, ideas, formas de vivir. El PSOE lleva gobernando en esas tierras desde que la movida madrileña, y ahí se quedó la cosa hasta estos tiempos que corren. Fuenlabrada era en los 60 cuatro casas hasta que un montón de colonos andaluces y extremeños, también toledanos, se asentaron en la ciudad, y empezó a subir el nivel a base de ladrillos a espuertas. Si no es por esto, los aborígenes se estarían todavía comiendo los mocos.
Trufada de moronegrismo, inmi gración a raudales, chinos a cascoporro, la destrucción de este lugar es apocalíptica y va a pasos agigantados. Si fue fundada por fuentes de agua que abastecían a lugareños, ahora será destruida por la invasión que ellos mismos han consentido. Raro es el que no vive de pagas en esta localidad, antiestética como un puñetero malo. Las fuentes de Mordorlabrada son famosas, de ahí su nombre, maravillas visuales que dejan a uno con la boca abierta y se debaten entrar en la lista de Patrimonio de la Humanidad:
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La historia de este pueblo (porque es pueblo digan lo que digan), está muy vinculada al agua: como llueva algo más de la cuenta se inunda siempre, siempre; cuatro gotas bastan para que se empiece a ver a gente bañarse en una de sus múltiples rotondas.
El canismo y chonismo son las subespecies humanas que se pueden encontrar por estos lares, algo bastante típico de la Costa Marrón, pero queda resaltado en este pueblo (porque siempre será pueblo), aunque prima también el catetismo en ciertos aborígenes que siguen sin evolucionar.
-Leganés: si Humanes es la hermana pequeña sin estudios de Fuenlabrada, Leganés es la hermana mayor que al menos tiene el Bachillerato. Tierra de pepinos, está más pegada a Madrid por la parte de Carabanchel y dicen que hay un monstruo por estos lares, el monstruo de Leganés. Si la hermana pequeña sin estudios, Fuenlabrada, es famosa por fuentes horribles, Leganés tiene rotondas que ya aparecen en las guías del necroturismo:
Ver archivo adjunto 413093 Ver archivo adjunto 413094 Ver archivo adjunto 413095
Leganés tiene zonas dignas de visitar, como el barrio de La Fortuna, fundado por mercheros traperos, y antaño andaba el calor al forastero de San Nicasio, hasta que lo remodelaron e hicieron zonas nuevas. Su gran tradición pepinera recoge costumbres ancestrales: explotar con la cabeza sandías y melones en las fiestas patronales, no sé si seguirán con el ritual a día de hoy, pero lo han estado haciendo hasta antes de ayer.
Se llevan muy mal con los de Getafe, la capital del Sur, por un pequeño trozo de carretera, a veces quedan para pegarse entre ellos. El canismo de Leganés es legendario, hay chonis en cantidades importantes, muchas chonis de larga data; las chonis de Leganés tienen como único hobby ir el finde a ese horror mortal llamado Parquesur, un centro comercial tomado por etnianos los domingos. Se pasean por el Zara y Bershka vestidas de chonacas para ver si ligan a alguien que sea por lo menos de Madrid y las saque del pepinar, es el mayor braguetazo al que pueden aspirar.
-Móstoles: puede mirar por encima del hombro a las otras dos, es más, creo que no quiere saber nada de ellas, pero que no se lo tenga tan creído, que es pura Costa Marrón; vulgarmente llamada Brónxtoles, o Mónstruoles, al menos tiene un episodio épico en la Historia montando aquel pollo del 2 de mayo contra franceses. Este milagro les salva el trastero y les limpia algo la honra. Todo madrileño conoce Móstoles, porque hasta cuatro días, el que quería el carné de conducir se tenía que ir a Móstoles a practicar con la autoescuela y circular por sus maravillosas rotondas y carreteras conchabadas con los examinadores de Tráfico. Por la A5 excepcional carretera de la muerte, uno sale de Móstoles y se topa con...La Sagra madrileña, en esos pueblos colindantes como El Álamo, Navalcarnero y Arroyomolinos, ya en la tierra maldita sagreña. Por cinco minutos de carretera, no es Sagra milagrosamente, le pasa como a Fuenlabrada, es un milagro de última hora.
Si uno quiere diversión sin igual, basta con irse a las fiestas de Móstoles y esperar a que se monte el pollo en los botellones de juventud, donde vuelan botellas y se dan batallas campales contra la policía, a veces han habido atropellos mortales. Móstoles está a otro nivel.
Su plato típico son las empanadillas quemadas.
La arquitectura mostoleña es digna de mención, por su atractivo visual, pure Brown Coast Style:
Con el tiempo ya han conseguido modernizarse en arquitectura y dejan un legado de maravillas:
El lugar más amado y querido por los madrileños está en Móstoles:
-Alcorcón: pegada a Madrid por la A5 (la carretera del malo), está lindando con el barrio de Campamento, trufado de lo que antaño fueron cuarteles militares. Pudieron catar algo de gloria cuando tumbaron al Real Madrid en aquel partido de fútbol. Moles y moles de edificios, y un tremendo terreno trufado de centros comerciales donde los Pacos van a echar el sábado al Ikea en el Xsara Picasso color nevera mientras piensan en suicidarse.
La arquitectura de Alcorcón es absolutamente Paco Costa Marrón, siendo que el que diseñó las muchas obras de arte que se encuentran por la ciudad, estaba borracho y posiblemente drojado:
Por la noche, sus vistas no tienen nada que envidiar a las de Nueva York desde la Isla de Ellis
Como actividad social y comunitaria, tiene fama de tener zonas de cruising en sus descampados, en lo que fue antaño una zona industrial, grupos de abuelos y jubilados sin otra cosa que hacer, salen por las mañanas "a caminar" y lo que van es a hacerse caricias o a que les coman el badajo esa gente infecta que por cuatro duros se deja hacer de todo.
El sonido de Alcorcón es escuchar el derrape de los coches de la A5, que bien son conductores en su trayecto a Madrid o aspirantes a obtener el permiso de conducir, raro es el día que no pasa algo en la carretera demoníaca a la altura de Alcorcón.
-Getafe: de chiripa, sólo de chiripa se salva de no tener el aura de desolación de sus convecinas ciudades marrónidas. Porque es capital del Sur, sino iría de cabeza, pero ojo, mesura: es la capital de la Costa Marrón, y como capital, por supuesto que tiene mucho que ofrecer con su fantástico encanto. Tiene un punto Paco señorial, la diferencia con sus aledañas, pero no es para tirar cohetes. El hobby predilecto de los lugareños es dar vueltas arriba y abajo por la céntrica calle Madrid.
Getafe sí que mira por encima del hombro a las demás poblaciones y asentamientos de la Costa Marrón, tienen catedral (una basílica realmente), son capital religiosa y de diócesis; el glamour de una base aérea militar que a veces ofrece espectáculos en los cielos marrónidos (visionar zepellines y aviones ballena), colegios católicos que dan cierto pedigrí a la ciudad y que regalan títulos dependiendo de la pasta de papá y mamá; empresas secta familiares que dan curro a mogollón de familias en la zona, como la John Deere, Airbus y similares. Si no tienes un primo trabajando ahí, olvídate y vete a echar un CV al supermercado más próximo, pringado. Se reproducen entre ellos, entre trabajadores de la John Deere, y perpetúan ese linaje de marrónidos nativos que se creen la leche de pijos pero son DE GETAFE jorobaR. Para bajarles los humos de quiero y no puedo, hay que recordarles que son capaces de perder la dignidad cuando quedan para pegarse contra los de Leganés por un pedazo de carretera, y siempre es bueno recordarles que están a un pie de Villaverde o la no menos terrorífica San Cristóbal de los Ángeles.
Tienen un centro de peregrinaje demoníaco y satánico llamado El Cerro de Los Ángeles, donde se ordenan personas que dicen tener vocación para ser curas y monjas; ubicado a 666 metros sobre el nivel del mar, dicen que es el centro geográfico de la península ibérica, pero los habitantes de Pinto discrepan y cualquier día se liarán a palos y me parece correcto. Siempre es bueno una quedada entre lugareños y que se maten entre ellos.
Sus fiestas duran muchos días, en el mes de mayo siempre hay fiestas, y navajazos, los apuñalamientos e intervenciones policiales son igual de numerosos a sus fiestas, no sé qué cachopo celebran en mayo porque la patrona, Ntra. Señora de los Ángeles, es en agosto, pero en mayo celebran cosas que llevan a muchos navajazos. No serán la soñada capital pija que sueñan con ser hasta que sus ínfulas se apacigüen y cesen esos navajazos.
Maravillas de la capital de la Costa Marrón, pisos no muy altos por la movida esa de la base aérea militar:
La escala Paquitzer se rompe en la Costa Marrón.
La Costa Marrón es el Purgatorio en la Tierra: si os ha tocado vivir ahí, es porque tenéis graves pecados por expiar.
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