El español es el idioma de todos, no sólo porque lo dice la Constitución sino porque así es. Y el vascuence, aun multiplicado artificialmente por el nacionalismo, retrocede. De hecho, aunque estadísticamente tienen más conocedores que antes tiene menos usuarios cotidianos. Y algo peor, según para quien: lo han convertido en un instrumento artificial y politizado. Son los abertzales los que más hacen para que el vascuence deje de ser de todos y se convierta en bandera de una opción política. Cuando esa opción sea derrotada, y será derrotada por la realidad nacional de España, el vascuence quedará peor de como estaba. Una pena, pero ya sabemos dónde buscar los culpables.