Decipher
¿¡Qué más dará!?
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Hungria se ha declarado literalmente como una democracia "iliberal" precisamente porque ellos reconocen las contradicciones internas del liberalismo.En Hungría, República Checa, Polonia, Estonia y muchos otros países más lejanos como Japón o Corea no quieren socialismo ni en pintura. Abrazan el liberalismo y no pasa nada.
Aquí en España es decir que no eres socialista y ya te miran mal.
En efecto, fue en julio de 2014 cuando allí se avanzó por primera vez la idea de un “Estado no liberal”. Orbán lo hizo con estas palabras: "La nación húngara no es una simple suma de individuos, sino una comunidad que debe ser organizada, reforzada y desarrollada; y, en este sentido, el nuevo Estado que estamos construyendo es un Estado iliberal, un Estado no liberal".
(...)
Fue también en julio, pero del actual 2018, cuando Orbán completó ese enfoque, siempre en la misma localidad. El término que empleó esta vez fue ya más específico (“democracia cristiana iliberal”) y lo explicó él mismo así: "Democracia cristiana no significa defender las normas de la fe: en este caso, los de la fe cristiana. Ni a los Estados ni a los Gobiernos les competen las cuestiones relativas a la condenación o a la salvación. La política democrática cristiana significa que los principios de la vida originados por la cultura cristiana deben protegerse. Nuestro deber no es defender las normas, sino las características de la vida, tal y como se han originado desde aquellas. Ello incluye la dignidad humana, la familia y la nación: pues el cristianismo no intenta alcanzar la universalidad a través de la abolición de las naciones, sino por medio de la conservación de tales naciones".
De ahí que para Orbán este tipo de democracia, aparte de cristiana, sea “por definición no liberal o, si se quiere, iliberal”. ¿Qué se rechaza aquí con este repudio de lo liberal? Si en 2014 habíamos visto que se trataba sobre todo, en tonos inconfundiblemente nacionalistas, de negar que “la suma de individuos” deba primar sobre “la comunidad” o “la nación”, este año las cosas se han aclarado aún más.
Con “iliberal” Orbán no se refiere a que su democracia pierda elementos clave para las libertades como la separación de poderes o una prensa independiente (aunque en estos dos aspectos Hungría deje bastante que desear: casi todas las cabeceras críticas con su Gobierno se han ido comprando por potentados afines a este, que puede imponer fuertes multas a los medios independientes; y hay serias dudas también sobre la independencia judicial). En realidad, por “iliberal” Orbán entiende, siempre según su discurso en Băile Tușnad, lo siguiente: "La democracia liberal es proinmigración, mientras que la cristiana está en contra. Este es un concepto genuinamente iliberal. La democracia liberal defiende modelos adaptables de familia, mientras que la cristiana se basa en los fundamentos del modelo cristiano de familia. Esto es, de nuevo, un concepto iliberal".
La nueva derecha, Hungría y nosotros
Desgraciadamente yo no hablo húngaro y no puedo saber hasta que punto sus palabras han sido manipuladas, pero la crítica al liberalismo parece claramente presente en el discurso de Orban si atendemos a los medios occidentales.