Es que son gente de izquierdas del tipo falso-derechista y materialista (PP, incluso Vox). Hay muchos gente de izquierdas que no saben que lo son o que aparentan no serlo.
El otro tipo de rojo es el que dice de sí mismo que lo es: PSOE, Podemos. También materialistas, claro, y también despreciando la nación.
Todos esos son progres.
Un rojo es republicano, quiere nacionalizar los medios de producción, prohibir que los privados contraten asalariados y dar una paguita a todo el mundo, pero también trabajo a cambio.
No, colega.
Ya no hay gente de izquierdas de los que dices, salvo en el republicanismo, y más como una fantasía de "Si la II República hubiese continuado...(insértese el "paraíso en la tierra" que se prefiera)".
Pero lo de los medios de producción y todo el paquete marxista clásico ya no se predica, fuera de grupúsculos de cuatro desnortados que suelen escindirse porque los otros son "revisionistas" (y dramas similares).
Lo que nos rodea es hez post-moderna, materialista, empapada de leyendanegrismo y complejos derivados de ver prono protagonizado por personas de color, cuya política es una mezcla de economía a favor de empresas grandes nutridas por el BOE (con puertas giratorias por supuesto), impuestos crecientes, inmigracionismo, feminismo y poco más, sustentado por la educación obligatoria y la propaganda omnipresente.
Con todo lo que eso conlleva: la destrucción de la clase media y de profesiones liberales y empresarios de tamaño medio y pequeño, es decir, la creación de unas masas depauperadas y de una casta funcionarial y políticastra.
Es clamorosa la falta de alguna gran misión en España, de una visión hacia el futuro, pero no de esas hezs que son solo cáscara del "cambio de modelo productivo" o "políticas verdes", o la da repelúsnte expresión de Errejón: "los cuidados" (se pronuncia con tono suave, susurrante).
Cuando veo lo que está pasando con el Bitcoin o el desarrollo de los cohetes de Tesla, y lo comparo con lo que tenemos encima, con la ceguera absoluta que jamás habla de estos temas, se me cae el alma a los pies.
Que Dios se apiade de nuestra alma derroída