Venezuela. 4 diciembre 2019.
"Si los tuviera delante, les sacaría los ojos", la rabia de una madre cuyo hijo murió tras un operativo de la policía.
La niña de 4 años elige hortensias y tulipanes.
Son las flores que dejará esta semana en la tumba de su padre.
Lo mataron unos policías el pasado mes de junio, pero eso ella aún no lo sabe.
"Si los tuviera delante, les sacaría los ojos", dice María, su abuela, la madre del difunto, mientras aprieta en su regazo un pañuelo lleno de lágrimas.
Pasa uno de los peores momentos de su vida. Se la ve delgada y solo tiene ganas de llorar.
Pero recupera algo de brío cuando habla de los responsables de la muerte de su hijo.
El pasado 12 de junio, una docena de agentes de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, irrumpió violentamente en el negocio de su hijo, un comerciante de 31 años residente en la zona de las Minas de Baruta, en el área metropolitana de Caracas.
Él, que vivía unas plantas más arriba en el mismo edificio, se despertó sobresaltado y, según el relato de su madre, bajó y se presentó ante los funcionarios.
"No había hecho nada malo y por eso fue confiado a aclarar las cosas", asegura María.
Poco después, esos mismos agentes
entregaban su cadáver agujereado por cuatro balazos en un hospital cercano.
Se llevaron también su moto y su camioneta, en la que cargaron el cadáver envuelto en una sábana. Dejó una hija de 4 años y sus planes de marcharse a trabajar a España.
"Si los tuviera delante, les sacaría los ojos": la rabia de una madre en Venezuela cuyo hijo murió tras un operativo de la policía