Una obra de Caravaggio mostrando pinceladas artísticas de pura demigrancia.
No se escapa un detalle, el alopécico en el centro de la foto siendo alumbrado por el foco y cara de ciclista dominguero que joroba la circulación en la carretera.
Las tres Charos de la derecha con pintas de trabajar en cualquier administración pública, tener gatos, mirar el horóscopo todos los días, y ser asiduas al 8M, la rubia en concreto seguro que estuvo presente en un concierto de Tino Casal, y de esa época no ha salido.
El que está sentado en primer lugar, bajo la morena sonriente y el alopécico, con cara de intenso, tiene pinta de divorciado que ha salido muy mal del matrimonio, no supera a la ex y ahí ha entrado a buscar a la primera incauta que se crea su historia dramática. Guarda un orate dentro, pero va de romántico y sensible. Ese será el que monte todos los pollos en el grupo, el divorciado que no lo supera.
La de la izquierda con pose extraña en la foto, encorvada, tiene pinta de ser soltera desde hace eones, vive con su madre y una amiga le recomendó la app para "hacer amigos", cree en príncipes azules y ya le ha echado el ojo al que está sentado al frente con cara de intenso "el divorciado" con vida sentimental "complicada". Esa tía competirá con la morena de detrás del divorciado que le agarra y marca terreno desde ya.
El año que viene no se hablan entre ellos, como en todos los grupos.