Tin Rope
Madmaxista
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Creo oportuno abrir nuevo hilo
El autor del hilo @Doc Smoking en un brillante post achaca los crecientes problemas mentales(resaltados en negrita en la cita) a la sociedad, los medios de comunicación, la perdida de referentes morales familiares, autoridades perversoss, creemos el ombligo del mundo, publicidad invasiva (toda), el entorno degradado...
Todo eso son síntomas, como si llegas a casa, ves sangre esparcida por todos lados, cuerpos descuartizados y una motosierra. Le puedes echar la culpa a la motosierra, pero la culpa es de Jack el destripador y no de la motosierra.
Pues la causa de las enfermedades mentales crecientes (exponenciales y con su inercia descomunal "imparapla") no es de todas esas cosas que cito del florero, sino ¡ojo! de la alimentación.
¡Si si! la alimentación crea gordos, la alimentación también crea diabéticos, la alimentación limita la capacidades intelectuales, la alimentación crea cánceres y la alimentación crea enfermos mentales.
Todos los "aliños" que lleva la alimentación industrial y que le han colocado el cartel de "seguro alimentariamente" según la satánica OMS , agencia alimentaria europeda, y todos los demás organismos que "velan por nuestra salud", que lo que hacen es recibir suculentos sobres del lobby alimentario, y que se frota las manos el lobby farmacéutico (más enfermos, más medicina, más negocio). El lobby científicista/médico le pone el sello correspondiente de respaldo con su correspondiente mordida también, obvio; y los políticos aplauden e insertan en los boletines "lo que es adecuado para el pueblo". La presión es bestial en toda la cadena, y los medios de comunicación participan ofcourse, con una más que notable contribución.
Esos aliños están compuestos de elementos venenosos en dosis minimalistas, que pasan enmascarados envueltos en otras tantas mil hezs que así rompen el mecanismo natural de rechazo (papilas gustativas y escupir). Si no fuera ese fraude enmascarar y las minidosis; no aceptaríamos eso en nuestro organismo.
minidosis a minidosis, creamos una dependencia a esas sustancias que ni imaginamos, el que dude de esto que intente comer como comían las sociedades antes de la revolución industrial y persista un plazo prudente de tiempo. Va a notar como de repente le entra antojo de una palmera de chocolate, o un helado, o una Cocacola, o unos esnack, pizza, etc. De persistir suficientemente se va a dar cuenta que la adición al tabaco, alcohol o las drojas duras es moco de pavo en comparación con la adición a estos añadidos.
Colorantes, acidulantes, conservadores, aromas, anticonglomerantes, rectificadores de acidez, gasificante, emulgentes, yodo, flúor, etc. Todos los añadidos, incluso los que llevan el cártel de "vitamina"(vaya goles que nos meten), son añadidos que si bien alguno se encuentran de forma natural en los alimentos, el proceso químico industrial lo desintegra y lo convierte en un desecho más en nuestro organismo. Los elementos bio, o con aove, o "sin azúcar", "light", sin lactosa, etc son otros señuelos muy utilizados que se traga el inconsciente comprador.
Toda la industria, y digo toda, está orientada a satisfacer el paladar del cliente y ese paladar está corrompido por décadas de intrusión de estos "aliños", luego la industria nos envenena a nuestra satisfacción. Nosotros lo pedimos y si no lo tenemos empieza la dependencia que finalmente nos impulsa a esos alimentos más perniciosos. Como el yonki con el mono se mete todo lo que pilla.
Es un juego maquiavélico muy evidente pero enrevesado. La prensa, políticos, panfletos propagandísticos pseudocientíficos, medicina, farmacia, organismos, etc callan o mienten y divulgan falacias para continuar el circo. Es una maquinaria con engranajes muy sofisticados, y se refuerzan con el impulso y ansiedad que nos atrapa y la rigidez e inflexibilidad del sistema(madrecita que me quede como estoy) y pillo sobre...
y preguntaréis como es el mecanismo que crea enfermedades mentales? Esos alimentos son filtrados por los órganos y pasan al torrente sanguíneo(muchos) que riega nuestro cerebro, lo marea, lo vuelve torpe y finalmente enajenado (ansiedad, depresión, estrés, etc) muchos tóxicos siquiera puede desembarazarse de ellos y los almacena agravando severamente todo, y generando inercia(lo adelante al principio). Y no sólo se ve afectado el cerebro(obvio), es el motivo de innumerables enfermedades que nos acechan estos días como nunca antes en la historia de la humanidad. Somos lo que comemos, ese refrán resplandece a la vista de lo aquí expuesto.
Si recapitulamos tenemos intereses económicos, adoctrinamiento, inflexibilidad del sistema y empecinamiento, consumidores dependientes, farmacéuticos felices, satisfacción del cliente y ¡claro! enfermedad y muerte.
Todo tiene un efecto red, y esa enfermedad crea desgana, desvitalizacion, conformismo (otro apetitoso caramelo para los políticos), entorno degradado, infertilidad/impotencia que afecta a la natalidad y pirámide poblacional, y ya empalmados con la carencia de valores, falta de autoridad, más hez, inmoralidad, etc. Pero todos son frutos de la causa subyacente: alimentarnos antifisiologicamente.
El autor del hilo @Doc Smoking en un brillante post achaca los crecientes problemas mentales(resaltados en negrita en la cita) a la sociedad, los medios de comunicación, la perdida de referentes morales familiares, autoridades perversoss, creemos el ombligo del mundo, publicidad invasiva (toda), el entorno degradado...
Todo eso son síntomas, como si llegas a casa, ves sangre esparcida por todos lados, cuerpos descuartizados y una motosierra. Le puedes echar la culpa a la motosierra, pero la culpa es de Jack el destripador y no de la motosierra.
Pues la causa de las enfermedades mentales crecientes (exponenciales y con su inercia descomunal "imparapla") no es de todas esas cosas que cito del florero, sino ¡ojo! de la alimentación.
¡Si si! la alimentación crea gordos, la alimentación también crea diabéticos, la alimentación limita la capacidades intelectuales, la alimentación crea cánceres y la alimentación crea enfermos mentales.
Todos los "aliños" que lleva la alimentación industrial y que le han colocado el cartel de "seguro alimentariamente" según la satánica OMS , agencia alimentaria europeda, y todos los demás organismos que "velan por nuestra salud", que lo que hacen es recibir suculentos sobres del lobby alimentario, y que se frota las manos el lobby farmacéutico (más enfermos, más medicina, más negocio). El lobby científicista/médico le pone el sello correspondiente de respaldo con su correspondiente mordida también, obvio; y los políticos aplauden e insertan en los boletines "lo que es adecuado para el pueblo". La presión es bestial en toda la cadena, y los medios de comunicación participan ofcourse, con una más que notable contribución.
Esos aliños están compuestos de elementos venenosos en dosis minimalistas, que pasan enmascarados envueltos en otras tantas mil hezs que así rompen el mecanismo natural de rechazo (papilas gustativas y escupir). Si no fuera ese fraude enmascarar y las minidosis; no aceptaríamos eso en nuestro organismo.
minidosis a minidosis, creamos una dependencia a esas sustancias que ni imaginamos, el que dude de esto que intente comer como comían las sociedades antes de la revolución industrial y persista un plazo prudente de tiempo. Va a notar como de repente le entra antojo de una palmera de chocolate, o un helado, o una Cocacola, o unos esnack, pizza, etc. De persistir suficientemente se va a dar cuenta que la adición al tabaco, alcohol o las drojas duras es moco de pavo en comparación con la adición a estos añadidos.
Colorantes, acidulantes, conservadores, aromas, anticonglomerantes, rectificadores de acidez, gasificante, emulgentes, yodo, flúor, etc. Todos los añadidos, incluso los que llevan el cártel de "vitamina"(vaya goles que nos meten), son añadidos que si bien alguno se encuentran de forma natural en los alimentos, el proceso químico industrial lo desintegra y lo convierte en un desecho más en nuestro organismo. Los elementos bio, o con aove, o "sin azúcar", "light", sin lactosa, etc son otros señuelos muy utilizados que se traga el inconsciente comprador.
Toda la industria, y digo toda, está orientada a satisfacer el paladar del cliente y ese paladar está corrompido por décadas de intrusión de estos "aliños", luego la industria nos envenena a nuestra satisfacción. Nosotros lo pedimos y si no lo tenemos empieza la dependencia que finalmente nos impulsa a esos alimentos más perniciosos. Como el yonki con el mono se mete todo lo que pilla.
Es un juego maquiavélico muy evidente pero enrevesado. La prensa, políticos, panfletos propagandísticos pseudocientíficos, medicina, farmacia, organismos, etc callan o mienten y divulgan falacias para continuar el circo. Es una maquinaria con engranajes muy sofisticados, y se refuerzan con el impulso y ansiedad que nos atrapa y la rigidez e inflexibilidad del sistema(madrecita que me quede como estoy) y pillo sobre...
y preguntaréis como es el mecanismo que crea enfermedades mentales? Esos alimentos son filtrados por los órganos y pasan al torrente sanguíneo(muchos) que riega nuestro cerebro, lo marea, lo vuelve torpe y finalmente enajenado (ansiedad, depresión, estrés, etc) muchos tóxicos siquiera puede desembarazarse de ellos y los almacena agravando severamente todo, y generando inercia(lo adelante al principio). Y no sólo se ve afectado el cerebro(obvio), es el motivo de innumerables enfermedades que nos acechan estos días como nunca antes en la historia de la humanidad. Somos lo que comemos, ese refrán resplandece a la vista de lo aquí expuesto.
Si recapitulamos tenemos intereses económicos, adoctrinamiento, inflexibilidad del sistema y empecinamiento, consumidores dependientes, farmacéuticos felices, satisfacción del cliente y ¡claro! enfermedad y muerte.
Todo tiene un efecto red, y esa enfermedad crea desgana, desvitalizacion, conformismo (otro apetitoso caramelo para los políticos), entorno degradado, infertilidad/impotencia que afecta a la natalidad y pirámide poblacional, y ya empalmados con la carencia de valores, falta de autoridad, más hez, inmoralidad, etc. Pero todos son frutos de la causa subyacente: alimentarnos antifisiologicamente.