Exacto. Lo Paco es algo que no puede explicarse con palabras. Se tiene que ser español nacido hasta 1990 para poder entender el concepto. Hay que vivirlo, es algo que entra por los cinco sentidos. Es la nostalgia, una actitud, algo que nos mantiene anclados al pasado.
Algo cutre es algo ridículo, feo, insulso o hasta tacaño, sin más. El paquismo desprende calor humano. Puede ser desde el gotelé hasta el mantelillo de encaje de bolillos y el brasero bajo la mesa de casa de tu abuela y los roscos de vino con los que te saciaba.
El olor a cocido en un portal de bloque de pisos de la falange. La botella de anís del mono... El paquismo radica en los pequeños detalles. Todos hacemos cosas paco a lo largo del día, incluso involuntariamente, es algo que no se puede contabilizar con exactitud pero que incluso está en nuestro caracter. Viene a ser algo así como el duende andaluz pero más ampliado, es el cemento que nos une como nación.
Está en todo el país. En el vocabulario. En el caracter, en las costumbres, en la mirada incluso. Por reminiscente, es hermoso a su manera.