Fudivarri
EL ESTADO ES TU PEOR ENEMIGO.
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Las mujeres del siglo XXI braman como lechonas por la libertad sensual, pero atacan al sesso libre con mil argucias. Están contra la prespitación para "proteger a las pilinguis explotadas", incluso las que viven como dios y se meten más de 10.000€ al mes. Pero, claro, las pilinguis, al ser mujeres, son buenas. Luego han de estar explotadas por mafias sudamericanas, rumanas o rusas...
Los progretas están contra el sesso heterosexual y lo muestran señalándolo como sospechoso de patriarcados febriles y de violaciones encubiertas, como si a ellas no les picara el cachopo también. Apoyan a cuchillo, en cambio, el gaieo y la tortillería para que veamos lo progres que son.
Procuran el aborto indiscriminado, por lo que todo embarazo les parece sospechoso, a menos que el padre de la criatura demuestre que ha sido convenientemente feminizado, y sólo mientras se porte bien con la esposa (a criterio de ella) y la obedezca en todo. Y baje la basura, friegue los platos y cuide del niño como si fuera suyo.
Las feministaas se manifiestan berzas al aire, pero si las miras eres un machista. ¿Por qué las enseñan? Porque son libres. ¿Por qué rechazan entonces que las miremos? Porque mirarles las berzas es de cerdos. Cuando se manifiestan hay que mirar al cielo y silbar.
Así es la progresía: hipócrita e inconsistente. Pero tiene dinero y apoyo mediático a espuertas. Toda la producción de cine y televisión en España es feminista. Toda. Desde hace años. Y no sólo en España: Una hasta ahora buena serie de tv, Endeavour, de las novelas negras de Colin Dexter, ha iniciado su 7ª temporada. ¿De qué va el único capítulo que puede verse? De feminismo feroz. Por supuesto, Colin Dexter jamás escribió sobre ese tema. Pero así, el director, guionista y protagonista consigue financiación y visionados.
Ya hasta las mujeres más sensatas que conozco tienen tics feministas extemporáneos. De momento, se lo digo. Pero voy a tener que dejar de hacerlo, porque me gusta amar.
Se visten marcando bien marcado todo lo que tienen bonito (hasta la mismísima raja del cachopo) y ocultando sus defectos. Piernas bonitas, malla ajustada. Barriga plana, top y ombligo al aire. Buenas berzas, sujetador al paro. Pero si las mira QUIEN NO DEBE (es decir, los tíos que no les gustan), entonces son unos cerdos. Y si te atreves a pedirles explicaciones de por qué protestan si se visten así, para que las miren, entonces lo niegan y te cuentan la trola de que se visten así para sí mismas (pero no es para querersese frente a un espejo, sino para llamar la atención de los machos "elegidos", no cuela).
Una vez, estaba hablando un grupo (con varios hombres delante callados como zambombas en julio) de lo infieles que somos los tíos. Cuando me cansé, les dije que los hombre infieles lo somos con otras mujeres, muchas veces también casadas (alguna había que sabía de lo que hablaba). Que las matemáticas básicas demostraban que había tantos hombres infieles como mujeres, si hacíamos excepción de los gayses, que no es que sean infieles, sino que ignoran la fidelidad porque son hombres todos. Me pusieron a parir y "razonaron" tantas cosas absurdas que me demostraron que las Matemáticas les importan menos que un támpax usado. Por supuesto, no quise decirles la verdad: que la vida sensual de una mujer acaba pronto, sus shishis se quedan secos como zarzas en otoño y se les cae todo. Y que las jóvenes les quitan los maridos porque para estos es la única manera de seguir siendo hombres: cambiando de pareja como de coche usado. Aunque el nuevo sea carísimo.
me siento amigablemente en el WC mientras pienso en sus muertos. ¡Pero qué requetebuenas que están algunas!
Los progretas están contra el sesso heterosexual y lo muestran señalándolo como sospechoso de patriarcados febriles y de violaciones encubiertas, como si a ellas no les picara el cachopo también. Apoyan a cuchillo, en cambio, el gaieo y la tortillería para que veamos lo progres que son.
Procuran el aborto indiscriminado, por lo que todo embarazo les parece sospechoso, a menos que el padre de la criatura demuestre que ha sido convenientemente feminizado, y sólo mientras se porte bien con la esposa (a criterio de ella) y la obedezca en todo. Y baje la basura, friegue los platos y cuide del niño como si fuera suyo.
Las feministaas se manifiestan berzas al aire, pero si las miras eres un machista. ¿Por qué las enseñan? Porque son libres. ¿Por qué rechazan entonces que las miremos? Porque mirarles las berzas es de cerdos. Cuando se manifiestan hay que mirar al cielo y silbar.
Así es la progresía: hipócrita e inconsistente. Pero tiene dinero y apoyo mediático a espuertas. Toda la producción de cine y televisión en España es feminista. Toda. Desde hace años. Y no sólo en España: Una hasta ahora buena serie de tv, Endeavour, de las novelas negras de Colin Dexter, ha iniciado su 7ª temporada. ¿De qué va el único capítulo que puede verse? De feminismo feroz. Por supuesto, Colin Dexter jamás escribió sobre ese tema. Pero así, el director, guionista y protagonista consigue financiación y visionados.
Ya hasta las mujeres más sensatas que conozco tienen tics feministas extemporáneos. De momento, se lo digo. Pero voy a tener que dejar de hacerlo, porque me gusta amar.
Se visten marcando bien marcado todo lo que tienen bonito (hasta la mismísima raja del cachopo) y ocultando sus defectos. Piernas bonitas, malla ajustada. Barriga plana, top y ombligo al aire. Buenas berzas, sujetador al paro. Pero si las mira QUIEN NO DEBE (es decir, los tíos que no les gustan), entonces son unos cerdos. Y si te atreves a pedirles explicaciones de por qué protestan si se visten así, para que las miren, entonces lo niegan y te cuentan la trola de que se visten así para sí mismas (pero no es para querersese frente a un espejo, sino para llamar la atención de los machos "elegidos", no cuela).
Una vez, estaba hablando un grupo (con varios hombres delante callados como zambombas en julio) de lo infieles que somos los tíos. Cuando me cansé, les dije que los hombre infieles lo somos con otras mujeres, muchas veces también casadas (alguna había que sabía de lo que hablaba). Que las matemáticas básicas demostraban que había tantos hombres infieles como mujeres, si hacíamos excepción de los gayses, que no es que sean infieles, sino que ignoran la fidelidad porque son hombres todos. Me pusieron a parir y "razonaron" tantas cosas absurdas que me demostraron que las Matemáticas les importan menos que un támpax usado. Por supuesto, no quise decirles la verdad: que la vida sensual de una mujer acaba pronto, sus shishis se quedan secos como zarzas en otoño y se les cae todo. Y que las jóvenes les quitan los maridos porque para estos es la única manera de seguir siendo hombres: cambiando de pareja como de coche usado. Aunque el nuevo sea carísimo.
me siento amigablemente en el WC mientras pienso en sus muertos. ¡Pero qué requetebuenas que están algunas!
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