Todos los años, a la vuelta del verano, te encuentras con la subida de precios. Cada vez menos variedad de productos y de peor calidad.
Las cajeras con unos aires que dan ardor de estomago.
Les sentará bien una dosis de humildad.
Esa memez de llamar caballero a la gente, una de las primeras cosas que aprendí de chavalín cuando trabajé en comercio cara al público es que nunca se llama a la gente caballero, es una horterada, ni tienes caballo, ni perteneces a una orden de caballería.
Yo no he vuelto a ir en meses. Cada vez que iba era una mala experiencia.
Hasta el pescadero que dijo un dia no se acerque no se acerque! Que esta el jefe por ahi ya salgo yo con el pescado. Con los carritos igual, te sentias mas vigilado que en un presidio. Mercadona ha sido sinonimo de paranoia desde entonces.
Y a lo mejor las regañinas histericas de cajeras y demas charos subiditas han tenido algo que ver.