Las santurronas que iban a misa valían mil veces más que la patulea feminista radical y además muchas veces eran puro postureo de cara a las demás mujeres sobre todo y luego en realidad estaban muy bien servidas de regazo; las feminista radicals en cambio son frustradas, acomplejadas, amargadas y locas del shishi que cargan contra todo lo que se mueve; si mañana aparte de acabar con el prono y la prespitación para siempre el estado les pusiera a todas una paguita vitalicia de 3.000 pavos y un pisazo seguirían dando por saco igual porque su mayor problema son ellas mismasOtras empresas españolas que se trasladarán a Andorra...
En fin, lo hemos dicho muchas veces: las feminista radicals son obvias herederas de las santurronas que iban a misa. Con mucha más frustración y repruebo.