No, no estoy diciendo eso. Estoy diciendo que el instinto por sí solo, no siempre procura ni la felicidad ni la prosperidad de las sociedades.
Si dejásemos al instinto libre, las mujeres solo se emparejarían con un 10-20% de los machos disponibles. Solo hay que ver la naturaleza. Habría machos con grandes harenes de mujeres, y machos que nunca se emparejarían. Entonces, ¿cómo puede manejarse una sociedad con una gran cantidad de machos frustrados, cuya única opción al sesso sería la conspiración para derrocar a los machos triunfadores? No habría orden, y se desperdiciaría el talento y la energía de muchos hombres en asuntos muy importantes para la biología como son el sesso y la reproducción, pero muy poco importantes a la hora de conquistar Marte, encontrar una cura del cáncer, educar a la próxima generación u otros menesteres para la humanidad.
Las religiones aportaban un orden social, donde todos tenían, salvo contadas excepciones, su cuota biológica asegurada. Eso les garantizaba tranquilidad, un propósito, y un entorno donde poder mirar más allá en todos los sentidos.
Lo que tú planteas no tiene mucho sentido. Las sociedades no parasitan al hombre, el hombre crea a las sociedades porque las necesita y necesita que funcionen bien para poder vivir bien. Y necesita cumplir sus funciones biológicas para sentirse realizado. Uno no es "libre" cuando rechaza sus instintos, ni cuando se pasa más de media vida intentando colmarlos sin éxito, al revés, es entonces cuando es un frustrado o un esclavo obsesionado. ¿Es más libre una perra que se preña cada año, o una que tiene un embarazo psicológico tras otro porque se ve obligada a vivir una vida alejada de su función biológica?
A lo que me refiero es que así, sintiéndose realizado, cohesionado con su sociedad, el hombre es útil a esta y a sí mismo. Con el contrato social clásico, ambos, hombres y mujeres, mantenían a raya el instinto, se les conminaba a realizar sus funciones biológicas y recibían a cambio un premio mayor. Se beneficiaban todos, hombres, mujeres y sociedad en general.