A mí me apenaría ser votante de VOX y ver que el partido al que he votado sólo se interesa en abrir debate que de antemano están cerrados desde hace mucho tiempo y que la inmensa mayoría de la sociedad piensa incuestionable.
Respecto al PIN parental... Y mira que me avergüenza hablar de un tema que es impepinable, pero vamos a darle el último gusto al partido del analfabeto paguitero, del borracho agresivo, del Rambo imaginario y de la cubana estafadora (parece “Amanece que no es poco”). Un padre, objetivamente, no tiene el derecho a impedir que sus hijos se eduquen contra las valores democráticos, los derechos humanos y la libertad; que es lo que quieren los que aplican el dichoso PIN parental.
A mí me daría vergüenza ser padre y decirle a mi hijo que su madre no es igual que yo, que no es lo suficiente lista. Que lo que tiene que hacer es fregar y limpiar porque no vale para nada más. Y empezando a decir por la mujer que le dio la vida, continuar diciéndole que su primo está empezando a salir con un chico, pero que eso es porque es un poco equilibrado, que por supuesto no tiene derecho a querer a quién el quiera, sino a quién yo diga y que a ver si le metemos algunos electroshocks para que aprenda. También decirle que nuestro vecino del barrio, de color, es de una subraza (porque está la raza humana y la raza iluso y nosotros somos de esta última) y que él, que vino de Mali con nada, sin estudios, para ser carne de cañón, es competencia laboral para mí con mis carrera, dos masters y tres idiomas.
La verdad, a mí me daría vergüenza, ardor de estomago y antes preferiría pegarme un tiro a ser parte de la cosa poco buena de ser humano que aplica el PIN parental.
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