melchor rodriguez
Madmaxista
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Como he comentado en otros hilos, en España los controles administrativos (Intervención y Tribunal de Cuentas) no funcionan (salvo casos excepcionales) mientras el control judicial* parcialmente funciona (la independencia de los jueces de instrucción de base frente la politización de los altos tribunales de la magistratura).
El sistema partidocrático español los ha anulado con gran eficacia. Los viejos partidos se han convertido en maquinarias corruptas del poder sin contrapesos institucionales para frenar la corrupción. El mal viene en el diseño inicial y en el desarrollo del Régimen Constitucional de 1978. Es la falta de separación real de los tres poderes clásicos (yo añadiría a dos más: el monetario/financiero [BdE y CNMV] y los demás reguladores o supervisores [por ejemplo, CNMC]) y la disciplina férrea de los partidos (debido al sistema electoral español).
El Partido (jerarquizado) controla todas las instituciones (que debían funcionar como contrapesos) a través del poder legislativo, quien controla los demás poderes. Se colocan en los puestos claves en la administración (en los aparatos de supervisión y control) a leales partidarios del Partido o a afines funcionarios de carrera (libre designación), quienes debían controlar a los políticos. Un ejemplo de mi tierra Marta Fernández Currás - Wikipedia, la enciclopedia libre. Como el Partido (en este caso el popular) capta a funcionarios de carrera que debían ser el contrapeso natural. El caso que hablo. Era la Interventora máxima de Comunidad Autónoma de Galicia. Quien debía controlar a los políticos. Pues éstos hábilmente la hicieron suya nombrándola Consejera de Economía de la Xunta y finalmente Secretaria de Estado con Montoro.
La corrupción es algo natural al ser humano. Pero sin contrapesos eficaces (organismos independientes con amplios medios propios) la corrupción se extiende como la pólvora ya que se acrecienta la tentación si no hay nadie que vigile o esté detrás tuya esperando la primera oportunidad para cazarte si metes la mano en el cajón. Además hay que añadir la disuasión de disponer penas administrativas y penales contundentes.
En España los dos controles administrativos por excelencia (Intervención y Tribunal de Cuentas) son meras extensiones o apéndices del poder político. No son independientes y cuentan con pocos medios propios (recursos humanos y técnicos). Una solución es la siguiente: la elección de sus miembros podría ser bajo dos modelos (el anglosajón: altos funcionarios de carrera elegidos directamente por la ciudadanía; o el demárquico ateniense: altos funcionarios de carrera elegidos por sorteo entre varios candidatos). Contar con amplios poderes (por ejemplo, ser parte de la instrucción judicial y no desviar el caso al Ministerio Fiscal). Contar con propios medios (no depender de otras instituciones) y con amplios recursos económicos (por ley o en la misma Ley Fundamental/Estatuto se consagra que un % del Presupuesto se dedica a la oficina de control administrativo).
Los nuevos partidos o emergentes han propuesto reformar el sistema de control administrativo. Por ejemplo, algún partido comentó lo de despolitizar el Tribunal de Cuentas (estatal y el autonómico). Sin embargo, deben ceder poder partidocrático para que estos organismos de control tengan poder real y puedan supervisar con eficacia. Es la gran reforma administrativa pendiente. Que el TC e Intervención tengan poderes reales y sean independientes. No se podrá eliminar la corrupción pero el corrupto o la organización que la ampara serán laminados ya que el control administrativo funciona en la primera fase del expediente administrativo. No como ahora, cuando el daño está hecho, funciona el control judicial.
Sin embargo, soy muy pesimista. El sistema partidocrático español ha anulado con una gran eficacia el control administrativo que los partidos emergentes tendrán la gran tentación de continuar con el viejo sistema ya que es muy tentador realizar tus políticas (que pueden conllevar a la corrupción) sin que nadie te diga lo contrario o te pare los pies. Que un Interventor te diga que lo que haces no está sujeto a la legalidad. La corrupción se manifiesta en distintas formas y a veces de forma inocua. El Tribunal Superior condena a ocho años de inhabilitación a Trinidad Rollán | Actualidad | EL PAÍS La prevaricación debía acarrear también años de guandoca. En el caso que cito fue el secretario que aviso de la ilegalidad en un informe. El político se tomaría más en serio al alto funcionario de carrera que hace controles de supervisión administrativa.
Ahora los nuevos partidos guardarán las formas pero si no cambian los sistemas de control administrativo (o fuercen al viejo partido a cambiarlo) caerán en el mismo tejido corrupto de los viejos partidos. Sin contrapesos institucionales eficaces, la corrupción será sistemática y no casos aislados. La ley del silencio se rompe por venganzas personales, investigaciones de empleados públicos honrados, luchas internas entre distintas facciones.... Pero son necesarios controles eficaces sino los nuevos partidos emergentes en unos años serán los viejos partidos de siempre. Organizaciones criminales insertadas en la administración ("mordidas", amaños en las concesiones o contratas públicos, "enchufismo masivo" de empleados públicos, prevaricación....) que provocan una asignación ineficiente de los recursos públicos (duplicidades, sobrecostes y etc) donde los servicios básicos (pensiones, seguridad, sanidad, educación y justicia) se ven mermados.
* Hay que añadir el sistema penitenciario, el cual por culpa de la CE78, es otro boquete institucional. Los beneficios penitenciarios han logrado la pax social en las cárceles pero las penas no se cumplen íntegramente a pesar de las últimas reformas penales. Las condenas son duras pero no se cumplen de forma íntegra con lo que la medida disuasoria para parar la corrupción es mínima. Por ejemplo, muchos narcos y terroristas solo cumplen entre 20 y 30 años de guandoca (muchos de ellos con permisos penitenciarios) pero un corrupto que ha robado del erario público lo máximo de forma excepcional es que pase 10 años en la guandoca (cuando muchos de ellos debían pasar décadas en la guandoca salvo que colaborase con la Justicia restaurando el daño hecho). Me recuerda a Roca del caso Malaya que ha pasado 9 años en la guandoca y que espera salir pronto (debido a su colaboración parcial con la Justicia [no es un arrepentido]).
El sistema partidocrático español los ha anulado con gran eficacia. Los viejos partidos se han convertido en maquinarias corruptas del poder sin contrapesos institucionales para frenar la corrupción. El mal viene en el diseño inicial y en el desarrollo del Régimen Constitucional de 1978. Es la falta de separación real de los tres poderes clásicos (yo añadiría a dos más: el monetario/financiero [BdE y CNMV] y los demás reguladores o supervisores [por ejemplo, CNMC]) y la disciplina férrea de los partidos (debido al sistema electoral español).
El Partido (jerarquizado) controla todas las instituciones (que debían funcionar como contrapesos) a través del poder legislativo, quien controla los demás poderes. Se colocan en los puestos claves en la administración (en los aparatos de supervisión y control) a leales partidarios del Partido o a afines funcionarios de carrera (libre designación), quienes debían controlar a los políticos. Un ejemplo de mi tierra Marta Fernández Currás - Wikipedia, la enciclopedia libre. Como el Partido (en este caso el popular) capta a funcionarios de carrera que debían ser el contrapeso natural. El caso que hablo. Era la Interventora máxima de Comunidad Autónoma de Galicia. Quien debía controlar a los políticos. Pues éstos hábilmente la hicieron suya nombrándola Consejera de Economía de la Xunta y finalmente Secretaria de Estado con Montoro.
La corrupción es algo natural al ser humano. Pero sin contrapesos eficaces (organismos independientes con amplios medios propios) la corrupción se extiende como la pólvora ya que se acrecienta la tentación si no hay nadie que vigile o esté detrás tuya esperando la primera oportunidad para cazarte si metes la mano en el cajón. Además hay que añadir la disuasión de disponer penas administrativas y penales contundentes.
En España los dos controles administrativos por excelencia (Intervención y Tribunal de Cuentas) son meras extensiones o apéndices del poder político. No son independientes y cuentan con pocos medios propios (recursos humanos y técnicos). Una solución es la siguiente: la elección de sus miembros podría ser bajo dos modelos (el anglosajón: altos funcionarios de carrera elegidos directamente por la ciudadanía; o el demárquico ateniense: altos funcionarios de carrera elegidos por sorteo entre varios candidatos). Contar con amplios poderes (por ejemplo, ser parte de la instrucción judicial y no desviar el caso al Ministerio Fiscal). Contar con propios medios (no depender de otras instituciones) y con amplios recursos económicos (por ley o en la misma Ley Fundamental/Estatuto se consagra que un % del Presupuesto se dedica a la oficina de control administrativo).
Los nuevos partidos o emergentes han propuesto reformar el sistema de control administrativo. Por ejemplo, algún partido comentó lo de despolitizar el Tribunal de Cuentas (estatal y el autonómico). Sin embargo, deben ceder poder partidocrático para que estos organismos de control tengan poder real y puedan supervisar con eficacia. Es la gran reforma administrativa pendiente. Que el TC e Intervención tengan poderes reales y sean independientes. No se podrá eliminar la corrupción pero el corrupto o la organización que la ampara serán laminados ya que el control administrativo funciona en la primera fase del expediente administrativo. No como ahora, cuando el daño está hecho, funciona el control judicial.
Sin embargo, soy muy pesimista. El sistema partidocrático español ha anulado con una gran eficacia el control administrativo que los partidos emergentes tendrán la gran tentación de continuar con el viejo sistema ya que es muy tentador realizar tus políticas (que pueden conllevar a la corrupción) sin que nadie te diga lo contrario o te pare los pies. Que un Interventor te diga que lo que haces no está sujeto a la legalidad. La corrupción se manifiesta en distintas formas y a veces de forma inocua. El Tribunal Superior condena a ocho años de inhabilitación a Trinidad Rollán | Actualidad | EL PAÍS La prevaricación debía acarrear también años de guandoca. En el caso que cito fue el secretario que aviso de la ilegalidad en un informe. El político se tomaría más en serio al alto funcionario de carrera que hace controles de supervisión administrativa.
Ahora los nuevos partidos guardarán las formas pero si no cambian los sistemas de control administrativo (o fuercen al viejo partido a cambiarlo) caerán en el mismo tejido corrupto de los viejos partidos. Sin contrapesos institucionales eficaces, la corrupción será sistemática y no casos aislados. La ley del silencio se rompe por venganzas personales, investigaciones de empleados públicos honrados, luchas internas entre distintas facciones.... Pero son necesarios controles eficaces sino los nuevos partidos emergentes en unos años serán los viejos partidos de siempre. Organizaciones criminales insertadas en la administración ("mordidas", amaños en las concesiones o contratas públicos, "enchufismo masivo" de empleados públicos, prevaricación....) que provocan una asignación ineficiente de los recursos públicos (duplicidades, sobrecostes y etc) donde los servicios básicos (pensiones, seguridad, sanidad, educación y justicia) se ven mermados.
* Hay que añadir el sistema penitenciario, el cual por culpa de la CE78, es otro boquete institucional. Los beneficios penitenciarios han logrado la pax social en las cárceles pero las penas no se cumplen íntegramente a pesar de las últimas reformas penales. Las condenas son duras pero no se cumplen de forma íntegra con lo que la medida disuasoria para parar la corrupción es mínima. Por ejemplo, muchos narcos y terroristas solo cumplen entre 20 y 30 años de guandoca (muchos de ellos con permisos penitenciarios) pero un corrupto que ha robado del erario público lo máximo de forma excepcional es que pase 10 años en la guandoca (cuando muchos de ellos debían pasar décadas en la guandoca salvo que colaborase con la Justicia restaurando el daño hecho). Me recuerda a Roca del caso Malaya que ha pasado 9 años en la guandoca y que espera salir pronto (debido a su colaboración parcial con la Justicia [no es un arrepentido]).
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