MARIO DÍAZ. MADRID.
Un total de 1.171 familias de la región estarán mañana de enhorabuena, cuando la Comunidad de Madrid adjudique un total de 1.171 de alquiler del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) en un sorteo. De estos pisos públicos, 147 se destinarán a personas separadas o divorciadas, lo que constituye la mayor adjudicación de viviendas públicas para este colectivo de los celebrados en España, según fuentes regionales. Todas ellas estarán ubicadas en la capital, en los barrios de La Ventilla y el Ensanche de Vallecas.
El Gobierno regional, de manera pionera, decidió dedicar vivienda protegida a este colectivo poblacional para responder «a la nueva realidad socio-familiar», según afirmó la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en el primer sorteo, que se celebró hace un año.
Entonces se adjudicaron 40 pisos para separados y divorciados, una cifra que se ha ido incrementando a lo largo del año hasta alcanzar los 87, repartidas en seis sorteos. El viernes, en el Palacio de Congresos, el séptimo sorteo hará que el número de viviendas para este colectivo se eleve a 234. Por el momento «no hay previsiones» de cuántos pisos más se dedicarán en el futuro a separados y divorciados, explican fuentes regionales.
De 170 a 260 euros al mes
Entre los afortunados, la mayoría son hombres, ya que las mujeres suelen recibir la custodia de los niños y, por lo tanto, el piso familiar, cuando la pareja finaliza su relación. Estas viviendas les suponen a los adjudicatarios desembolsar una renta mensual de entre 170 y 260 euros por unos pisos de entre 50 y 80 metros cuadrados, respectivamente, dependiendo de si cuentan con uno o dos dormitorios. Garaje incluido.
«Este piso es una oportunidad para que empieces», animaba Aguirre a los adjudicatarios en el primer sorteo. Entonces destacó la importancia de la vivienda para todos los ciudadanos, «especialmente para aquellos que han pasado por un proceso de separación o divorcio y que, a este dolor, han tenido que unir el de quedarse en la calle», y recordó que esta iniciativa respondía a un compromiso propio. «No les hemos podido resolver el problema matrimonial, pero al menos tienen ustedes una vivienda», bromeó con ellos.
Las viviendas para este colectivo se van repartiendo en los sorteos del Ivima que se han ido celebrando desde entonces, hace un año. Ayer tuvo lugar uno más, en Navalcarnero, y entre los 79 pisos públicos en alquiler figuraban 4 para separados y divorciados.
Antonio, de 42 años, era uno de ellos, y tuvo suerte, «aunque normalmente suele haber prácticamente el mismo número de viviendas que de candidatos, salvo en la capital», apunta la Comunidad de Madrid.
Antonio se separó hace sólo unos meses, y esta vivienda es una oportunidad para desahogarse económicamente. «Reduciré considerablemente los 700 euros que pago ahora de alquiler», explica. Como suele ocurrir, su ex esposa se quedó con la casa familiar para cuidar a sus dos niños. Este piso será una ráfaga de aire fresco para la nueva vida que ha iniciado.
Lo mismo le pasó a Pedro, de 44 años, cuando recibió la buena noticia del piso. Su vida dio un vuelco cuando se separó de su mujer, hace cinco años. «Fue una ruptura de mutuo acuerdo, pero se te hace muy cuesta arriba salir adelante una vez separado: imagínate pagar un alquiler de 600 euros, pasar la pensión para tu hijo, ¿cómo te metes en un piso?», se preguntaba.
La respuesta, como a tantos otros separados y divorciados madrileños, se la dio un sorteo.
JAIME GARCÍA
En la Oficina de la Vivienda se recogen las solicitudes
Un total de 1.171 familias de la región estarán mañana de enhorabuena, cuando la Comunidad de Madrid adjudique un total de 1.171 de alquiler del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) en un sorteo. De estos pisos públicos, 147 se destinarán a personas separadas o divorciadas, lo que constituye la mayor adjudicación de viviendas públicas para este colectivo de los celebrados en España, según fuentes regionales. Todas ellas estarán ubicadas en la capital, en los barrios de La Ventilla y el Ensanche de Vallecas.
El Gobierno regional, de manera pionera, decidió dedicar vivienda protegida a este colectivo poblacional para responder «a la nueva realidad socio-familiar», según afirmó la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en el primer sorteo, que se celebró hace un año.
Entonces se adjudicaron 40 pisos para separados y divorciados, una cifra que se ha ido incrementando a lo largo del año hasta alcanzar los 87, repartidas en seis sorteos. El viernes, en el Palacio de Congresos, el séptimo sorteo hará que el número de viviendas para este colectivo se eleve a 234. Por el momento «no hay previsiones» de cuántos pisos más se dedicarán en el futuro a separados y divorciados, explican fuentes regionales.
De 170 a 260 euros al mes
Entre los afortunados, la mayoría son hombres, ya que las mujeres suelen recibir la custodia de los niños y, por lo tanto, el piso familiar, cuando la pareja finaliza su relación. Estas viviendas les suponen a los adjudicatarios desembolsar una renta mensual de entre 170 y 260 euros por unos pisos de entre 50 y 80 metros cuadrados, respectivamente, dependiendo de si cuentan con uno o dos dormitorios. Garaje incluido.
«Este piso es una oportunidad para que empieces», animaba Aguirre a los adjudicatarios en el primer sorteo. Entonces destacó la importancia de la vivienda para todos los ciudadanos, «especialmente para aquellos que han pasado por un proceso de separación o divorcio y que, a este dolor, han tenido que unir el de quedarse en la calle», y recordó que esta iniciativa respondía a un compromiso propio. «No les hemos podido resolver el problema matrimonial, pero al menos tienen ustedes una vivienda», bromeó con ellos.
Las viviendas para este colectivo se van repartiendo en los sorteos del Ivima que se han ido celebrando desde entonces, hace un año. Ayer tuvo lugar uno más, en Navalcarnero, y entre los 79 pisos públicos en alquiler figuraban 4 para separados y divorciados.
Antonio, de 42 años, era uno de ellos, y tuvo suerte, «aunque normalmente suele haber prácticamente el mismo número de viviendas que de candidatos, salvo en la capital», apunta la Comunidad de Madrid.
Antonio se separó hace sólo unos meses, y esta vivienda es una oportunidad para desahogarse económicamente. «Reduciré considerablemente los 700 euros que pago ahora de alquiler», explica. Como suele ocurrir, su ex esposa se quedó con la casa familiar para cuidar a sus dos niños. Este piso será una ráfaga de aire fresco para la nueva vida que ha iniciado.
Lo mismo le pasó a Pedro, de 44 años, cuando recibió la buena noticia del piso. Su vida dio un vuelco cuando se separó de su mujer, hace cinco años. «Fue una ruptura de mutuo acuerdo, pero se te hace muy cuesta arriba salir adelante una vez separado: imagínate pagar un alquiler de 600 euros, pasar la pensión para tu hijo, ¿cómo te metes en un piso?», se preguntaba.
La respuesta, como a tantos otros separados y divorciados madrileños, se la dio un sorteo.
JAIME GARCÍA
En la Oficina de la Vivienda se recogen las solicitudes