Creo haberlo dicho una vez pero...
Mi mujer es austriaca, mi hija es norteamericana y yo soy español, nuestra identidad es la familia que somos. Todo lo demás es racismo, especialmente cuando utilizamos "nuestra identidad" para vejar, agredir o humillar a otro ser humano. En el fondo no es muy distinto de lo que hacen los nazis supremacistas vascos o catalanes, utilizan su supuesta identidad para agredir.
Los seres humanos tenemos apego por lo parecido. Mi novia (europea del este) ha dicho hoy que lo del el bichito le ha venido bien porque así ningún oscuro puede acercarse a menos de dos metros. Y es muy buena persona, de verdad, aunque yo no esté en esos términos. Los seres humanos tenemos que juntarnos para defender lo tuyo con tus semejantes. Si la diferencia es el color, pues será el color. Si es el idioma, pues será el idioma. Siempre habrá una guerra por los recursos. A mi el racismo como etnias, color de piel o como queramos definirlo me parece algo demasiado primario, pero puedo llegar a hostigar en el mismo nivel a un comunista. En cada persona hay una identidad, que es hostil con la contraria. Incluso la buena persona de corazón puede ser muy hostil con la mala.
Negar la identidad es negar al ser. Por eso estamos mejor juntos pero no revueltos. Y a mi dónde mejor me han tratado ha sido en un país jovenlandés, adorable la gente, pero no tiene mucho sentido que intentaramos hacer una sociedad juntos. Tarde o temprano acabarían nuestros hijos a ostras.