Judas no está en el infierno... lo dice el Papá... el que está en funciones...

chemarin

Será en Octubre
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y a ti que te afecta en lo que digan los Papas puerco hereje?
a mi no se me ocurriria mencionar lo que dijo lutero o calvino como señal de autoridad de nada, a nadie importa lo mas minimo lo que dijeron un par de herejes. Te das cuenta de la diferencia? de como la palabra de los Papas importa?
Dice Cristo en Mateo 26:24:
A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas !!ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
poco agradable zascandil, ya he perdido la paciencia contigo, eres tan zascandil que serías capaz de negar a Cristo simplemente por darle la razón a este papa.
 

El Ariki Mau

Make Risia LOL again
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El hijo del Hombre es entregado por nosotros para el perdón de nuestros pecados. Que va a ser de nosotros? misericordia esperemos y no justicia.
Yo no entro a valorar lo que ha dicho el papa y lo que han dicho otros papas porque ya llevo suficiente tiempo en burbuja como para saber que los puercos herejes traen dimes y diretes que resulta que son manipulaciones, asi pues ni entro a valorar el fondo de la cuestion, pero no obstante si entiendo que el asunto Judas no puede ventilarse en un por mis bemoles. Y que Paco I muestra una sensibilidad esquisita para entender la hermeneutica evangelica.

Dice Cristo en Mateo 26:24:


poco agradable zascandil, ya he perdido la paciencia contigo, eres tan zascandil que serías capaz de negar a Cristo simplemente por darle la razón a este papa.
 

Mateo77

Laico católico
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Se dice que los ángeles tomaron una única decisión: estar con Dios o contra Él. Pienso que esto mismo se aplica a cada ser humano. Desde el punto de vista de la eternidad la decisión es única. Esta decisión se despliega en el transcurrir del tiempo de esta vida. El que ha escogido estar con Dios lucha contra su inclinación natural al pecado, lidia contra el mal proveniente de las circunstancias presentes del mundo, y antes o después acaba encontrando el buen camino. A lo largo de la vida se sucederán episodios, encuentros y desencuentros con Dios, caídas y restauraciones, pero la meta es el Reino de Dios. En cambio el que ha escogido apartarse de Dios lucha contra su inclinación natural la bien y desprecia la bondad de terceros en su camino y la propia ayuda proporcionada por Dios. Antes o después, tras una vida de episodios buenos y malos, acaba llegando a una situación en la que escoge irrevocablemente hacer su propia voluntad a pesar de ser consciente del daño que hace a terceros y de ir en contra de la ley divina.

Estas son las dos alternativas: para vivir en comunidad cada individuo ha de purificar su tendencia sociópata, ha de escoger cambiar él mismo para amoldarse a la ley de Dios, entendiendo que es la única que garantiza una vida social armoniosa, cada cual en su lugar. Esto sería el Reino de Dios: que Dios se mantenga en el centro y el individuo cambie según sea necesario (el negarse a uno mismo y cargar con la propia cruz). La otra opción es la de que el individuo escoja hacer su propia voluntad y pretenda imponerla al resto. Que sea el individuo el que permaneza y el resto cambie. Esto supone por definición la autoexclusión del Reino de Dios, y en realidad la autoexclusión de todo tipo de vida social, ya que antes o después entran en conflicto las distintas voluntades. Fuera del Reino de Dios está la lucha constante y, cuando esta se vuelva insoportable, la negra soledad del espacio exterior, con la única compañía de los propios demonios que definen el modo particular en que ese ser humano se ha rebelado frente al reinado de Dios.

Para que exista la verdadera libertad, tiene que existir. La decisión de estar con Dios o contra Él ha de ser libre. Si Dios solamente crease criaturas que escogieran el bien, no estaría dándonos libertad, ya que los que libremente escogen el mal no existirían. La cuestión más bien es hasta qué punto sufren los que escogen el mal y acaban privados de la presencia de Dios. Para que la decisión sea realmente libre han de comprender qué están escogiendo y qué están rechazando. Esto lo vemos claramente hoy día: muchos contemplan la vida de una monja de clausura, por poner un ejemplo extremo, y no reconocen nada de bueno en ella. No hay nada de esa vida que les atraiga. Su propia decisión les aparta de alcanzar la profunda felicidad que proviene de la vida con Dios. Quizá reconozcan que no están contentos con la vida que llevan y procuren encontrar otras opciones, pero nunca contemplarán la posibilidad de cambiar su vida para volverse a Dios. Y esto se mantendrá a medida que su vida se vaya descomponiendo más y más como consecuencia de sus propias elecciones. Los que se convierten lo hacen (antes o después, desde el punto de vista de la eternidad esto es irrelevante) porque han escogido estar con Dios. Los que no se convierten no lo hacen porque han escogido ser ellos mismos su propio "dios".

Todo esto parecería que encaja con el discurso actual de la tolerancia al otro. Sin embargo hay una diferencia crucial. En el Paraíso Adan y Evan primero fueron evangelizados por Dios, que les dio el mandamiento y les mostró cómo era la vida que les ofrecía, y luego permitió que entrase en juego la serpiente para garantizar su libre albedrío. La presente deriva de la sociedad (la occidental al menos) priva a los individuos de recibir el evangelio de Dios y la experiencia de vivir en una sociedad moldeada en torno a esos valores, y directamente los adoctrina desde la infancia en caminos divergentes a la enseñanza de Cristo, y pretende hacer esto aunque deba saltarse la legítima libertad del individuo a vivir de acorde a la ley de Dios. Una cosa es evitar los excesos totalitarios de las sociedades cristianas que en el afan de conseguir que "el justo continúe practicando la justicia y que el santo siga santificándose" intentaban impedir a toda costa que "el pecador continúe pecando, que el inmundo siga en su inmundicia" (Ap 22,11). Una cosa es que sea voluntad de Dios que se tolere al pecador mientras no impida la acción evangelizadora, de modo que se garantice la libertad y además el devenir de ambos, justo y pecador, ya en esta vida, sirva de enseñanza para todos. Y Otra cosa muy distinta es hacer dejación de funciones y abandonar completamente el ejercicio del poder temporal que Dios concede (pastores, gobernantes cristianos, grandes fortunas, intelectuales, etc). Cristo predicó en una sociedad fundamentalmente religiosa, y una de las labores de los cristianos de los primeros siglos fue garantizar esas mismas condiciones para los gentiles mediante la cristianización del imperio romano. Del mismo modo la labor evangelizadora en América, por ejemplo, contó con la aprobación papal para ostentar el poder temporal. El poderoso tiene responsabilidad ante Dios del ejercicio de su poder, que Él le concede. No debe impedir la acción evangelizadora de la Iglesia en ningún caso, ni obstaculizar la vida del justo que pretenda practicar la justicia. Por esta causa caen los príncipes y los imperios.
 
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BHAN83

RoBot aspirador de esmegma
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Tesalia
Los gente de izquierdas siempre tratando de liar a quien no lea el Nuevo Testamento
Yo recomiendo la lectura de los evangelios a todo el mundo, siempre.

Seas creyente o no, son libros cortos y deberían ser de lectura obligada.

Lo de que Judas amaba más a Jesús que el resto es leyenda, ya lo dije, no es biblico.

Lo de que el resto de apostoles eran guano que abandonaron a Jesús al surgir problemas, aparece en los evangelios, no es ningún lío.

Uno le cortó la oreja a un romano, pero en cuanto Jesús dijo que nada de violencia, (el que a hierro mata, a hierro muere) escaparon todos bien rapido para no correr su suerte. Lo cual muestra que la no-violencia requiere mas valentia que la violencia.

Y que Pedro lo negó 3 veces, también aparece en los evangelios.

Todos fueron Judas y traidores.