No creo que sea cuestión de fases temporales, se deberían enfrentar TODOS los frentes a la vez, en América y en España/Europa.
Unos frentes se apoyarán y ayudarán a otros... y toda ayuda es poca...
Exacto.
De hecho, ni siquiera está asegurado que el hispanismo triunfe primero en España, eso para empezar, y que luego se propague al resto, y ni mucho menos está asegurado que el hispanismo triunfe antes en Latinoamérica que en Europa/EEUU. Parece una idea lógica que el hispanófono defienda la Hispanidad pero no tiene por qué ser verdad y lo vemos continuamente con nuestros políticos. España como nación va a remolque en tantas cosas (por demografía, por dinámicas centro-periferia, por distribución de recursos), que incluso puede que vaya a remolque en el hispanismo. Y de las naciones latinoamericanas, para qué hablar: muchas de ellas tienen en su seno el antiespañolismo como núcleo de su ser, lo cual es muy triste y también un problema a eliminar.
Elvira propone algo que pica mucho al chovinista nacionalista, y es que los españoles de ahora no son los herederos de los españoles que hicieron el Imperio. La España actual es un trozo más resultado de la voladura del imperio, un trozo quemado y deformado por la explosión, lleno de traidores como vemos continuamente.
Ella añade además que en el mundo académico internacional curiosamente han sido norteamericanos los que han llevado la batuta, desempolvado la Historia y en los años 60-70 hubo uno, que cita siempre y ahora no recuerdo el nombre (editaré si lo recuerdo), que fue el que abrió fuego contra la Leyenda Negra.
Y es que a los norteamericanos les interesa mucho conocer el Imperio Español, puesto que lo más parecido al imperio español a día de hoy es el imperio yankee, controlando de Alemania a las Filipinas, con el dólar que es el real de ocho español, con una cultura de frontera... ¿nos suena de algo? Esta propuesta de estudio transimperial o panimperial es muy de Elvira y ofrece al americano a entrar en el estudio real de nuestro imperio, y a partir de ahí, que acabe un ciclo de hispanofobia que aún está vigente. Si EEUU lo empieza a hacer, tranquilos que todos lo imitarán, incluidos nuestros masones y los de Latinoamérica.
Pensemos, y esta es otra vez una idea de Elvira, que la idea de dignidad de Roma se creó no durante el imperio (cuando continuamente era objeto de críticas, sobre todo de helenísticos), sino mucho después de su caída, cuando hubo estructuras políticas que se proclamaron herederas suyas. Al imperio español le puede acabar pasando lo mismo, con una restauración de la Memoria imperial cuando alguna potencia imperial retome su testigo, y ésa perfectamente puede ser EEUU.
