Conceptualismo, consecuencia última del ready-made de Marcelo Duchamp: Artista es todo aquél que se auto-denomina artista. Y lo que hace es arte, aunque sea un churro.
El "cuadro" del chico es un cómic, pero habla de tantas cosas que no se centra lo suficiente en ninguna. Sí, algo así como bosconiano, aunque El Bosco mantenía el discurso crítico focalizado en todos los objetos de sus cuadros corales. La Muerte, por ejemplo.
Desde el punto de vista de la factura, en los puntos focales no hay nada de especial interés. El Ojo está demasiado desplazado a la derecha. El brazo de la figura de la izquierda es anodino, no hace nada especial.
Os haré otro encuadre y veréis como gana:
Ver archivo adjunto 583409
El chico no controla la composición, por lo que la mirada de sus espectadores vaga por el dibujo sin centrarse en nada, como sucede en el papel pintado de las paredes.
Ahora, la mirada del espectador encuentra el Ojo y la mirada se desplaza después hacia la izquierda, descendiendo hasta encontrar el brazo de esa figura que resulta ser un rey de ajedrez. Si estuviera haciendo algo interesante con la mano, se vería ahora. La mirada volvería al ojo y descendería por esa estructura abajo que debiera contener el resto del discurso.