Una lección utilísima la del profesor francés. Una pena que haya sido la última que ha dado.
Si te expresas libremente ante los muslines, estos te cortan la cabeza. Es lo que manda su Libro.
Cristalino, diáfano, puro.
¿Ha quedado claro, niños?
ISLAM: Religión q ordena dar de baja de la suscripción de la vida "infieles". FOBIA: Miedo. ISLAMOFOBIA: Miedo a creyentes en libro q d
Cuando los Reyes Católicos se lanzaron a la conquista del reino de la religión del amor de Granada , hubo un momento en que el rey de Granada , en aquel momento , "El Zagal", pidió sospechosamente entablar negociaciones . Los reyes , desconfiados , mandaron , nos obstante a un hombre de su más entera confianza para parlamentar con los jovenlandeses y allá que se fue el buen hombre a Granada él y unos cuantos más a meterse en la boca del lobo. No me acuerdo ahora del nombre del caballero cristiano . Los recibieron los jovenlandeses con todo tipo de zalamerías y halagos , intentando socavarlos por las buenas y llevaron a los embajadores cristianos a presencia del rey de Granada que estaba rodeado de sus ministros principales y su guardia personal. Por supuesto , a nadie se le ocurrió la peregrina idea de tratar de desarmar a los caballeros cristianos que pudieron acceder a la sala de los Embajadores en la torre de Comares de la Alhambra armados frente al rey jovenlandés. Eran embajadores de Fernando e Isabel . Cuando entraron en la sala y comenzaron las conversaciones , a uno de los ministros granadinos se le ocurrió la arriesgada idea de intentar pisarle el terreno al jefe de la delegación cristiana , haciendo unos comentarios escabrosamente soeces sobre la Virgen María y acercándose al cristiano en actitud desafiante, creyendo que lo iría , con ello , a poner en un brete y que el cristiano pasaría por alto el asunto , humillándose y tragando saliva . Creyó el jovenlandés que al estar en territorio enemigo rodeado y solo , el cristiano se iba a arrugar y lo iban a torear . Pero no fue así.
Ni corto ni perezoso , el caballero cristiano desenvainó la espada sin replicar palabra y con tal rapidez y tino que le propinó un tajo que le partió la cabeza en dos al jovenlandés , en presencia del rey granadino. Al punto quedó desarmado y en el suelo por la guardia del rey , con el evidente alboroto y las ganas de desollarlo vivo entre todos los allí presentes . Pero " El Zagal" no tuvo pelotas de ordenar que lo mataran ni lo torturaran , pese a que sus ministros pedían sangre a voces . De sobra sabía como se las gastaba Fernando . Y que si le mataba a un embajador en misión diplomática , Granada sería arrasada hasta los cimientos y él no viviría para contarlo , con total seguridad. Así que recriminó a sus ministros la actitud con la que habían tratado al invitado y entre mil halagos y zalamerías ordenó a su guardia que lo soltaran y con miles de disculpas lo despidió de Granada , sano y salvo . Y le regaló , por añadidura, uno de sus mejores caballos para echar pelillos a la mar sobre el asunto.
Nuestros antepasados sabían como tratar con los jovenlandeses. Pero ellos no pintaban arcoiris de colores en las paredes ni intentaban caer gracioso a nadie.