Un dirigente de ERC rebate la polémica lingüística de Bozzo
Un dirigente local de ERC ha rebatido las
acusaciones del director de teatro independentista Joan Lluís Bozzo, después de que éste acusara al vigilante de un parking de Palamós (Gerona) de haberse dirigido a él en castellano.
Bozzo cargó contra el trabajador a través de su cuenta de Twitter la semana pasada, donde le acusó de
negarse a hablarle en catalán por expresarse en "el idioma oficial", de no darles la
hoja de reclamaciones, y de
insultarles y amenazarles.
Lío por un euro
El presidente local de ERC en Palamós,
Marçal Gallego que,
a título personal --y no como cargo del partido--, le rebatió ofreciendo la que asegura ser la versión "de la otra parte".
Según Gallego,
Bozzo se saltó el control y se negó a pagar el euro correspondiente a la tarifa de tarde. Y, cuando esto ocurre, sostiene, "lo natural para un castellanohablante es avisarle en castellano". Por lo cual, reclamó al dramaturgo "un poco de humildad".
"Prepotencia y soberbia por un tubo"
"Exigir de malas maneras 'a mí me hablas catalán' a un trabajador, cuando
te acabas de saltar la taquilla y no has querido pagar creo que no hace ningún favor ni a la lengua ni al país", añadió el dirigente de ERC. Una actitud que considera de "prepotencia y soberbia moral por un tubo".
A pesar de ello, Gallego tampoco concede plena credibilidad a la versión del acusado, al estimar que "seguramente la versión de la otra parte
también es sesgada y no es 'la verdad absoluta'. Pero creo que es importante tener las dos versiones".
"Moneda fragmentada"
El director teatral ha desmentido este martes que no quisiera pagar el aparcamiento. Según su versión, el guardia "no aceptó el euro que le
pagábamos con moneda fragmentada, se negó a dar la hoja de reclamaciones y dijo que si llamábamos a los Mossos 'los tendríamos que llamar por algo peor'".
"Nos dijo que lo nuestro era un 'puñetero vacileo' y que nuestros hijos le daban pena.
Los niños quedaron horrorizados", añade Bozzo en su último mensaje. Según ha apuntado su entorno familiar, también en Twitter, su familia se ha dirigido a la policía local para quejarse y también a los Mossos, que les remitieron al ayuntamiento, donde también han presentado una queja electrónica.