Que dice Ayuso que ya casi está su nuevo hospital de pandemias terminado, pero que no sabe con que personal lo va a llenar. Buena suerte a todos.
Buenos días.
Día D, hora H: el filósofo Salvador Illa y la heroína Isabel Díaz Ayuso se reúnen para salvar a la Humanidad de esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Illa: Ay, Isabel, que “yo solo sé que no sé nada”. ¿Tú que sabes?
Ayuso: Lo tuyo, querido Salva, es una my buena noticia, no te va a faltar de nada, quiero decir que donde hay una mala noticia es solo una reorganización de efectivos sanitarios.
Illa: Eres muy grande Isabel y “quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande”. ¿Cómo nos organizamos?
Ayuso: Vamos a ver, Salvita, que yo no soy la responsable de organizar, que soy la Presidenta y eso a mí no me compete.
Illa: Bien dicho Isabel, “que hace falta toda una vida para aprender a vivir”. ¿Se lo colocamos a Simón?
Ayuso: Sí, el surfista que no falte, que vamos a garantizar que no falte de nada, nosotros no vamos a bajar a la letra pequeña y a Simón no le va a faltar ni bañador, ni rulos, ni tabla de planchar.
Illa: Ay, Isa, que con tu sabiduría me estás enamorando porque “el corazón tiene razones que la razón ignora”. ¿Tomamos algo?
Ayuso: Mi Salva, que se me ponen las chapas en las mejillas, es una buena idea porque al hospital no le falta ni bar ni recursos de nada.
Illa: Mi amada Isabel, “el deseo es la verdadera esencia del hombre”. ¿Probamos las camas de ese gran hospital que has construido antes de que lo “okupen” los médicos?
Ayuso: Mi filósofo picarón, esa es una pregunta que no se le hace normalmente a una Presidenta como yo. Sí, pero el surfista que venga también, que no le va a faltar de nada.
Un poco de humor, que últimamente me falta bastante. No sé si os sucederá también a vosotros. Creo que el humor no debemos perderlo, también ayuda al sistema inmunitario.
¡Vaya gobernantes! Darían ganas de reírse si no fuese porque están en juego multitud de vidas humanas en manos de mediocres e incompetentes.
"El humor es el instinto de tomarse el dolor a broma." (Max Eastman)