Anécdota sobre la distancia social de 2 metros
Ayer salí a correr una hora, obviamente para correr no llevo mascarilla porque las normas así lo permiten, también debo decir que soy cuidadoso con las distancias impuestas y corro por rutas donde resulta sencillo mantener los dos metros de separación con otras personas. La norma publicada indica que la mascarilla es de uso obligatorio en aquellas zonas donde esta distancia social de dos metros no se pueda respetar. Entiendo, que todos debemos de poner un poco de nuestra parte para poder cumplir con esta recomendación. Ahora bien, cual fue mi sorpresa cuando en una carretera en la que porque no hay mucha gente andando, la mayoría prefiere ir a pasear junto al mar, y porque tampoco hay mucho tráfico, voy yo corriendo sin problemas y me topo con cinco personas, todas ellas con mascarilla, ocupando la mitad de la carretera, y en la otra mitad de la carretera un coche parado con la ventanilla bajada, estaban todos hablando, el del coche con los cinco paseantes, se conocían y mantenían una agradable conversación mientras ocupaban la totalidad del camino, habían hecho un tapón en toda regla. Al acercarme les me dirijo a ellos diciéndoles: "a ver, por favor, dejen hueco para pasar que están ocupando todo el camino", se retiró un hombre, tuve que pasar andando y de costado, y mientras me alejo, escucho la voz de una señora que me dice "sí, pero nosotros vamos con mascarilla y tú no".
Deducción, que alguien que lleva mascarilla puede obstaculizar un camino impidiendo al resto mantener la distancia social, aunque el camino tenga las dimensiones necesarias para poder mantener esa distancia social entre personas.