Son funcionarios, y por el Estado de Alarma estarán catalogados como prescindibles y a casa.
Pero ellos poco podrían hacer, más que levantar actas.
De todas formas, por lo que se va sabiendo, las Residencias de Ancianos
llevan semanas llamando a los servicios sanitarios, que antes iban y venían ambulacias y llevaban a los abuelos a urgencias, o les trataban en la residencia, y que
desde hace semanas no va absolutamente nadie.
Eso es lo que ha cambiado las últimas semanas.
Además, los empleados de las residencias enferman, y para colmo hay empleados (conocí el caso una enfermera pareja de un colega de trabajo) que cuando acuden al trabajo son multados por ir varios empledos en el coche, estando las residencias sin transporte público por zonas muy apartadas, y que hay empleados que se despiden, trabajan para que les multen.
El caos es absoluto, nadie ha pensado en el caso de esas instalaciones.
Les está pasando como a los que abandonan en sus casas cuando solicitan asistencia médica, pero en este caso por decenas.
Las Residencias de Ancianos son víctimas de la falta de previsión y preparación,
víctimas de que esto no era nada, una gripe, sólo que esas instalaciones tienen a la gente pillada con alfileres y se les cae el mundo encima en esta situación.